Y.A.: Tengo una relación de más de cinco años. Me va de maravillas, pero él se acompleja de cualquier cosa y cambia de carácter de un momento a otro. Hemos hablado de llevarlo a un psicólogo, pero no sé si es ahí donde deba ir. No creo que sea la diferencia de edad. Lo peor es que nos comunicamos bastante y en todo el tiempo que llevamos es el único problema. Tuvo una supuesta traición y pagó por un grave error cometido. Ha recapacitado, pero quisiera que cambie esa forma de ser.
¿Te has preguntado porqué quieres que cambie? Quizá temes que cometa un error contigo a causa de esos abruptos cambios de carácter. Posiblemente sufres sus reacciones sin saber hasta cuándo podrás manejarlas. Tal vez te cuestiones tu relación con alguien que para ti es disonante con la imagen del amor que manejas. Podrías alegar que quieres «su bien», entre otras respuestas, pero en cualquiera de estas hay una problemática tuya por resolver o esclarecer digna de trabajo psicológico.
En cuanto a él, también debe tener múltiples asuntos por resolver o comprender que lo llevan a actuar así. Pero poco logrará si solo lo hace por ti. Es preciso que lo sienta y no se tranquilice con justificaciones tales como «soy así» o «los otros me provocan». Para cambiar hace falta hacerse responsable de sus actos, sus razones personales, las satisfacciones y el dolor consecuentes. Es él quien debe cuestionarlos y mantener la misma insatisfacción que tú con sus respuestas. Coincido contigo en que la diferencia de edad no es la causa del problema, pero ¿cuál es entonces? Si ambos se lo preguntan estarán listos para tocar las puertas de un psicólogo. Si no, tóquenla igual. Siempre recibirán ayuda.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista