El Polo Científico de Humanidades efectuó en días pasados su encuentro reglamentario, donde se agrupan las más prestigiosas e importantes instituciones que en nuestro país están relacionadas con las ciencias sociales y humanísticas, convocadas por el CITMA.
A tan relevantes representativos de nuestro mundo académico y científico en el campo de las ciencias sociales y demás disciplinas a las que estas ciencias son tributarias, tuvimos la oportunidad de dirigirnos y formular allí proposiciones de largo alcance que, a nuestro juicio, estarán acompañadas de notable repercusión, tanto por su actualidad como por su urgencia.
En la II Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo efectuada en el Palacio de Convenciones en enero pasado, propuse realizar una reunión del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial en Guantánamo, dado que los dirigentes de esa región están empeñados en acoger allí un coloquio en torno a lo que Guantánamo significa, que no es, desde luego, solo el símbolo de la canallada y la maldad, de la tortura, universalmente repudiado. Allí hay una ciudad de enorme tradición revolucionaria, política y social que nos espera para la celebración de dicha reunión. Por ello, estamos trabajando en un proyecto para la creación en esa ciudad oriental del Centro Cultural Por el equilibrio del mundo, el cual hemos elevado a la consideración del Ministerio de Cultura. Esto tendría una resonancia internacional de enorme significado.
En segundo lugar, aproveché también la especial ocasión de hallarnos en el Polo de Humanidades, para leer el mensaje de la Oficina del Programa Martiano, el Centro de Estudios Martianos y la Sociedad Cultural José Martí dirigido al compañero Fidel Castro el pasado 22 de febrero, y que está muy vinculado a todo lo que en esa sesión del Polo se examinó:
“Querido Fidel:
Todavía bajo el impacto de su mensaje del pasado 18 de febrero, cuyo contenido hemos estudiado y nos ha conmovido especialmente el párrafo en el que expone de manera enfática su decisión de no aspirar ni de aceptar el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.
Como soldados que somos de la Revolución que usted ha conducido victoriosamente durante más de medio siglo nos sentimos en el deber, una vez más, de respetar, acatar y cumplir sus decisiones. Nos llena de orgullo revolucionario decirle que en lo más profundo de nuestros sentimientos usted seguirá siendo nuestro Comandante en Jefe y nuestro Presidente.
Hemos seguido y seguiremos con profundo interés sus certeras y esclarecedoras Reflexiones y nos alegra saber que continuaremos contando en el futuro con esa contribución suya en la batalla que en el terreno de las ideas habrá que seguir realizando y que usted como soldado de una causa eternamente cubana y martiana estará siempre en la primera trinchera. Usted —y su decisión lo ratifica— es el más alto y consecuente exponente de la ética de José Martí y de la tradición nacional cubana y latinoamericana.
Queremos subrayarle que las ideas del Apóstol y las suyas están hoy más vigentes que nunca y con mayores posibilidades de llegar a todos los países del mundo. Aspiramos, con orgullo revolucionario, a continuar promoviéndolas y ahora con el acicate de que a todos los continentes se puede llevar el ideario martiano vinculado al de Bolívar y el de los próceres y pensadores de nuestra América con mayor éxito que nunca.
Usted afirmó una vez: “O cambia el curso de los acontecimientos o no podrá sobrevivir nuestra especie.” También expresó: “El gran caudal hacia el futuro de la mente humana consiste en el enorme potencial de inteligencia genéticamente recibido que no somos capaces de utilizar. Ahí está lo que disponemos, ahí está el porvenir.”
Estamos seguros que la mejor manera de emplear la inteligencia genéticamente recibida es promoviendo las ideas de Martí y de la identidad cubana con un alcance verdaderamente universal.
En estos momentos cruciales para nuestro país y para el mundo, en medio de colosales desafíos, le reiteramos Comandante en Jefe, con la convicción que emana de todas las células de nuestros corazones, que estamos a sus órdenes con la aspiración de poder continuar impulsando las ideas del Maestro con su aliento, orientación y guía.
Hasta la victoria siempre, soldado martiano, hasta la victoria siempre Comandante en Jefe, hasta la victoria siempre Presidente Fidel. Gracias por conducirnos hasta aquí y por seguir conduciéndonos con sus ideas y consejos luminosos.”
Por otra parte, reconocemos la necesidad de una buena estrategia nacional de ciencia y tecnología para alcanzar estos objetivos, para lo cual es necesario emprender investigaciones, estudios y promoción acerca del contenido de la cultura general integral en que ha insistido el compañero Fidel. Esto con el propósito de alcanzar la invulnerabilidad ideológica que también viene planteando.
En mi artículo recientemente publicado en el periódico Granma, apuntamos que para alcanzar esa invulnerabilidad es necesario hacer llegar a todo el pueblo la cultura ética y jurídica que necesita el socialismo y ello solo puede hacerse a partir de las enseñazas prácticas y las fundamentaciones teóricas de Martí y Fidel.
Deben considerarse cuatro esferas esenciales —señaladas allí— que inciden sobre el tema: la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación.
Para ello debemos encaminarnos a promover la articulación cada vez mayor del movimiento social con el científico y cultural. Este es un fin estratégico del nuevo pensamiento del siglo XXI.
Por ello exhorté al Polo de Humanidades a organizar el 10 de enero de 2009, cuando se cumplen 80 años del asesinato de Julio Antonio Mella, un coloquio científico y cultural que podríamos titular Martí, Mella y la cultura general integral, para lo cual solicitaríamos el apoyo de las instituciones universitarias y en especial de la bicentenaria Universidad de La Habana, escenario histórico de luchas estudiantiles y sociales de particular influencia en nuestra historia patria hasta hoy.
Se dedicaría a conmemorar el aniversario del asesinato del gran líder revolucionario y sería nuestro homenaje al triunfo de la Revolución del 1ro. de enero de 1959, en su 50 efeméride.
Sería el compromiso del Polo de Humanidades, en esta ocasión, con la Revolución de Fidel y de Martí en tan memorable fecha.