Miguel Díaz Reynoso Autor: Marina Menéndez Quintero Publicado: 20/07/2019 | 07:43 pm
Está de vuelta en Cuba, donde inició hace 25 años su carrera diplomática como agregado cultural, el regreso «me da mucho gusto», dice.
«Nos tocó acompañar a Cuba en los años duros del periodo especial. Y ahora, después de estar en otros países de América Latina, tengo el enorme placer, el honor y la alta responsabilidad que me ha dado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de volver», asegura Miguel Díaz Reynoso, designado embajador de su país aquí.
Su misión y la de su Embajada, dice, es ver cómo podemos colaborar. «Y, obviamente, habrá nuevos espacios de colaboración», asegura.´
Me ha recibido en su despacho, presidido sobriamente por las respectivas banderas y la foto que perpetua un estrechón de manos entre Lázaro Cárdenas y Fidel, y luego me muestra, a un costado de la habitación y casi con orgullo, otra imagen histórica: las manos levantadas en la sesión de la Asamblea General de la OEA donde se expulsó a Cuba, en 1962, con una excepción que por muchos años hizo, y seguirá haciendo la diferencia: México.
Es un conversador locuaz de respuestas directas en estos diálogos donde, movido por mis preguntas, habla de retomar viejos proyectos entre ambos países e impulsar otros nuevos; y comenta satisfecho acerca de los productos mexicanos que podrían estar en nuestros supermercados, a precios menos caros que los de otros lares, gracias al ahorro en flete que significaría el embarque desde la vecina Yucatán.
También, considera, deben llegar más productos cubanos a su país, de modo que la península sea un puente de ida y vuelta.
El asunto me recuerda que México fue uno de los primeros países en aprobar una Ley Antídoto cuando Bill Clinton firmó la ley Helms-Burton, en 1996. La pregunta cayó por su peso:
—¿Cómo lidiará México en lo adelante, con la activación por Donald Trump, de su Título III?
—Es pertinente reiterar la posición de México de rechazo al bloqueo, dice, de rechazo a la aplicación ilegal del Título III de la Helms-Burton. Yo mismo, en mi comparecencia en el Senado, ante su cuerpo colegiado, reiteré a nombre de México la condena de esa acción ilegal e inmoral, que ha merecido todas las condenas de quienes saben muy bien que es un intento de estrangular al pueblo de Cuba, no solo a su Gobierno: afecta al pueblo.
«En tal sentido, reiteraría la declaración de la Secretaría de Relaciones Exteriores de mi país y de la de Economía; en primer lugar, el compromiso de brindar asesoría a las empresas y a las personas que pudieran resultar dañadas por la posible aplicación del Título III, que hasta ahora no ha tocado a empresas de México.
«La declaración de ambas secretarías habla de la obligación de los tribunales nacionales de denegar el reconocimiento y el ejercicio de sentencias, requerimientos judiciales o laudos arbitrarios emitidos en base a la Helms-Burton.
«Y reitera la facultad conjunta de ambas secretarías para emitir criterios generales de interpretación de la ley, que protejan al comercio y la inversión de normas extranjeras que contravengan el Derecho Internacional.
«México creó una Ley Antídoto y esa es la manera en que se prepara para eventuales demandas que pudieran surgir.
«También reiteraría que existe una Ley Espejo, mediante la cual las personas amenazadas por la Helms-Burton podrían demandar ante tribunales nacionales a esos que las demandaron. Creo que la Ley Espejo es una garantía para que muchas personas puedan invertir en Cuba.
—La Isla está muy necesitada de la inversión extranjera, dos o tres empresas mexicanas ya están en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel. ¿Cree que los hombres de negocios de su país podrían hallar otros nichos para invertir aquí?
—Por supuesto, hay una muy buena oportunidad en Mariel, donde están asentadas empresas mexicanas y existen otras propuestas muy desarrolladas, cuyas autorizaciones se evalúan para que se puedan instalar aquí. También hay cada vez más expectativas para que productos mexicanos se comercien en Cuba.
«Pero también está la ida de productos cubanos a México. Hablamos de temas relacionados con la medicina, la biotecnología y la asistencia técnica en materia de salud, que es una fortaleza de Cuba; y México está atento para que ese aprendizaje que tiene la Isla, le sea beneficioso.
—El presidente López Obrador ha hablado de lograr acceso universal a la salud. Cuba tiene experiencia en materia de colaboración médica. ¿Hay expectativas en relación con ello?
—Médicos cubanos en México, no está en los planes. Pero sí la asistencia técnica, los productos médicos; la asistencia en biotecnología. México necesita médicos y está iniciando una nueva estrategia de formación de médicos en el país. En ese sentido, la asistencia técnica de Cuba puede ser de utilidad. Sabemos bien de su experiencia y el aporte que puede dar el modelo cubano de salud, de trabajo del médico en la comunidad. El modelo del médico cubano puede ser de mucha utilidad.
—Usted declaró recientemente al diario La Jornada que la política de Donald Trump pone como iguales a México y a Cuba. ¿A qué se refería?
—Es una idea muy compartida en México que la amenaza de sanciones a nuestro país, a partir del planteamiento reciente de EE. UU. en torno a los aranceles, nos iguala con los países que ya están sufriendo sanciones. La diferencia es que a nosotros nos amenaza, y a otros les ha cumplido las amenazas durante décadas.
«Las sanciones son ilegales e inmorales. Y eso nos ha puesto nuevamente en una situación de iguales y nos ha vinculado más para reflexionar juntos cómo se debe condenar, en los espacios diplomáticos multilaterales, todo tipo de amenazas y de ejecución de sanciones».
Cooperación en el tema migratorio
«Eso nos une para pensar juntos en soluciones que nos permitan acercarnos todavía más.
«Estamos cooperando ampliamente, muy estrechamente, con mucha franqueza y mucha coordinación, entre Cuba y México, en el tema migratorio. Estamos en un diálogo permanente, en muy buen término, para poder mejorar los flujos migratorios hacia Centroamérica, hacia México y, sobre todo, prevenir, que es la tarea, al migrante indocumentado centroamericano y en este caso, al cubano, de los riesgos que enfrenta de caer en manos del crimen organizado.
«Cada vez más la prensa reporta no ya el flujo de migrantes sino la presencia de delincuencia, en donde participan y son víctimas ciudadanos cubanos.
«Tenemos que seguir alertando a la población migrante ilegal acerca de los riesgos a que se está enfrentando. Por esto nuestra invitación a retomar el camino del tránsito legal y ordenado.
«Por eso se están haciendo todos los esfuerzos para mejorar la calidad de los servicios en el Consulado de México».
—¿Cree que con los esfuerzos que ha tenido que desplegar México para cumplir con los acuerdos pactados con Trump, disminuirá el tránsito ilegal por su país? ¿Es cierto que hoy suman menos los migrantes mexicanos?
—Es cierto que hay una disminución del flujo mexicano, pero también que hay un incremento en los últimos tiempos del flujo centroamericano y extrarregional, y extra continental. Hay una incorporación de nuevos migrantes: cubanos, haitianos, africanos, asiáticos, que también se suman a esas caravanas.
«La idea que compartimos con Cuba es tratar de ordenar los flujos. Persuadir a la migración del Sur de los riesgos a que se está enfrentando. En el caso de la Isla, me parece muy notable que la televisión y los medios hayan puesto énfasis en que sean los propios migrantes ilegales retornados, quienes hablen. Es el mejor testimonio del drama que han vivido…
«Un fenómeno nuevo para nosotros es que EE. UU. está echando del país y pidiendo que estén fuera mientras se siguen los trámites de solicitud, los cubanos. En los días recientes tenemos el reporte de más de mil cubanos que fueron sacados de los EE. UU. En estos momentos permanecen en México.
«Y el lunes pasado, la administración Trump modificó su política de asilo. Estados Unidos impone nuevas reglas a la política de asilo, y todo lo que habíamos vivido en los últimos tiempos, se modifica», dice en torno al anuncio de Trump de que no se otorgará asilo a quienes lleguen por medio de un tercer país.
«Son decisiones de los Departamento de Seguridad Interna y de Justicia; la administración de EE. UU. busca anular el derecho al asilo en la frontera.
«México lo ha rechazado, lo rechazó el Canciller, y yo reitero el rechazo de México a esta norma ilegal que seguramente, se dice, será rechazada en tribunales.
«También estamos atentos a la observación de la amenaza de las redadas en territorio estadounidense. Estamos observando, con todos los consulados en EE. UU. en alerta, haciendo visitas cada dia, dando asesoría…»
—¿Cómo actuará su país con los indocumentados que aguardan en su territorio ahora que cambia la política de asilo de EE. UU.?
—Para México es un enorme reto, gastos, una enorme responsabilidad recibir a una cantidad mucho mayor de migrantes de la que se recibía.
«México está haciendo todo lo necesario para estar en capacidad de recibir a todos, a esa nueva cantidad de migrantes retornados que esperarían en nuestro suelo la definición de su trámite de asilo en EE. UU. Es algo que habría que ver cómo cambia con las decisiones de las últimas horas.
«México está haciendo un enorme esfuerzo por identificar albergues, por construir albergues, por buscar trabajo, y está convocando la participación de otros actores como la empresa, la iglesia, las organizaciones civiles. Hay trabajo, pero se tiene que ordenar y planificar. Sobre todo, resolver el asunto de la alimentación y el bienestar en materia de salud, trabajo, vivienda».
Recuerda el Embajador que el espíritu de la política de su Gobierno es de construcción, no de confrontación.
«Y es ese el espíritu que nos anima a crear salidas de mediano y largo plazo para el desarrollo de Centroamérica. México ha sido el promotor de esa estrategia: hay que empezar a hacer algo por el desarrollo y el arraigo, para la no salida del migrante.
(Los centroamericanos) están saliendo por la violencia, la crisis económica, porque el crimen organizado ha tomado sus barrios y comunidades. Y eso solo se resuelve con trabajo, con seguridad, con el desarrollo.
«Es hacia donde se debe ir, más allá de redadas».