NACIONES UNIDAS, octubre 24.— Rusia vetó este martes en el Consejo de Seguridad de la ONU la renovación del Mecanismo de Investigación Conjunta (JIM) sobre uso de armas químicas en Siria.
Moscú planteó serias dudas sobre la metodología utilizada para verificar denuncias de empleo de productos químicos letales en Siria y advirtió la intención de Estados Unidos y sus aliados de aprovechar ese pretexto para proseguir sus ataques contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, reclamó sin éxito que la votación se realizara después de analizar un reporte del mecanismo conjunto de la ONU (JIM) y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), previsto para el 26 de octubre.
«Estamos listos para regresar y alargar el mandato del JIM después de la publicación de su informe y de las discusiones», dijo Nebenzia en la reunión del órgano de 15 miembros. China, otra de las potencias con poder de veto, se abstuvo y Bolivia votó junto a Rusia.
El JIM fue activado por unanimidad en el Consejo de Seguridad en 2015 y culmina a mediados de noviembre su segundo año de gestión.
Antes de su renovación debe presentar su reporte sobre la denuncia de presunta utilización de gas sarín en abril pasado en la localidad de Khan Sheikhoun, que causó decenas de civiles muertos, atribuidos a Damasco por Estados Unidos y sus aliados.
Con ese ese pretexto, Estados Unidos lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Shayrat el 7 de abril, bombardeo denunciado por Siria como un acto de agresión flagrante e injustificado.
El mecanismo conjunto ONU-OPAQ culpó al gobierno sirio por el supuesto empleo de gases letales en 2014 y 2015, una acusación sobre la que Rusia manifestó serias dudas y reclamó objetividad.
En las últimas semanas, Estados Unidos presionó de manera pública por la extensión del JIM, lo que se tomó como evidencia de una nueva acusación contra Damasco, esta vez por el supuesto uso de gases en Khan Sheikhoun.