Nuit Debout ha tomado plazas de toda Francia. Foto: Olivier Ortelpa, flickr Autor: Twitter Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
PARÍS, abril 14.— El movimiento Noche en pie, surgido en esta capital de las protestas contra un proyecto de reforma laboral del Gobierno francés, llegó este jueves a sus dos semanas de concentraciones, reportó PL.
Los detractores del texto legislativo señalan que favorece la precarización laboral y al empresariado en detrimento de los derechos de los trabajadores, en un país donde el desempleo se ubica en torno al diez por ciento.
Sin embargo, para la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, se trata de una iniciativa justa y necesaria que debe permitir la disminución de la desocupación.
Cada noche, desde el 31 de marzo, varios centenares de personas ocupan la Plaza de la República de París como parte del movimiento Nuit Debout o Noche en Pie, el cual, al decir de sus seguidores, va más allá del tema laboral.
«Esto es increíble, la gente está finalmente tomando en sus manos el debate político», dijo a Reuters Zoe, una estudiante de Literatura antigua de 19 años.
Con la realización de asambleas populares y conciertos, el movimiento se extiende a ciudades como Nantes, Rennes, Lyon y Toulouse.
La iniciativa amplía sus reivindicaciones. Los manifestantes realizan programas en los que debaten tópicos como democracia participativa, hablan de «destrucción global del sistema capitalista» e insisten en el combate por el derecho a la vivienda.
Se trata de construir un movimiento social fuerte que reúna a todos los necesitados frente a la oligarquía, un movimiento ciudadano pero no político, un proyecto muy ambicioso, explicó a medios de prensa, Camille, quien participa en la organización.
Jóvenes, sindicatos de trabajadores, minorías, y muchos otros se movilizan. Todos tienen en común un descontento cada vez más visible y el deseo y la necesidad de cambios y mejoras palpables.
Inspirado en el movimiento Ocupa Wall Street de Estados Unidos y los Indignados españoles de 2011, Nuit Debout reúne a personas que participan en un debate sobre todo tipo de tema: desde la rescritura de la Constitución hasta las protestas contra la violencia callejera y las reformas laborales.
El movimiento se ha tornado un problema para el presidente Francois Hollande porque mayormente son sus votantes de 2012 los que están tomando la calle y diciendo «Fuimos engañados. Nunca más», dijo el diputado socialista Malek Boutih al diario Le Monde.