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Una organización considerada aliada de la oposición siria ha revelado que bandas mercenarias que intentan derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad cometen hoy malos tratos, abusos y torturas contra la población civil.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entidad opositora con sede en Londres que alega disponer de una red de informantes a lo largo de esta nación mesoriental, denunció la víspera que grupos afiliados al denominado Ejército Libre Sirio (ELS), «torturaron salvajemente» a refugiados que huían de los combates en la norteña ciudad de Alepo.
Criticó asimismo la retención de civiles, la exigencia de pago de considerables sumas de dinero y hasta el robo de sus pertenencias.
Como prueba de sus denuncias, la organización difundió en las redes sociales fotografías de una persona a la cual estaban curando en un centro asistencial de serias lesiones provocadas por torturas.
En las imágenes se aprecian numerosos rasguños en la espalda y las piernas, además de hematomas en varias partes del cuerpo debido a los numerosos golpes recibidos mientras permaneció como rehén de los irregulares.
Aseguró el Observatorio que en uno de los puntos de concentración de los mercenarios, en el barrio alepino de Ashrafiya, permanecen retenidas decenas de personas en poder del ELS, sobre todo jóvenes de no más de 20 años.
Se refiere por ejemplo a declaraciones de Abdo Ibrahim, un comerciante de ese barrio que fue detenido por los insurgentes, quienes le exigieron 20 mil libras sirias (más de 200 dólares) antes de dejarle continuar.
Cuando Ibrahim se quejó y les preguntó el por qué de dicho monto, «recibió como respuesta una lluvia de insultos y amenazas», según esa organización.
Por su parte, al empresario Ali Mansur, que intentaba sacar de su negocio varios equipos de su propiedad para resguardarlos en otro sitio menos peligroso, le exigieron el doble: 40 mil libras.
De acuerdo con el Observatorio, también se han dado casos de desapariciones, como la de Hesen Mehmud Hemo, de 51 años, del que no se ha vuelto a saber nada desde que se dirigió desde la aldea de Hec Hesna hacia el citado barrio, de mayoría kurda.
Para el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estas unidades opuestas al gobierno sirio están cometiendo crímenes de guerra.
