MADRID, abril 9.— En los últimos años de la dictadura del general Francisco Franco (1936-1975), el rey de España, Juan Carlos de Borbón, se mostró impaciente por acceder al poder hasta el punto que llegó incluso a pedir ayuda a Estados Unidos para que convenciera al presidente, Carlos Arias Navarro, de la necesidad de que Franco le traspasara los poderes antes de morir.
«Cuánto más tarde en producirse la transición menos valor tendré y más precario será el escenario del postfranquismo», pensaba el entonces príncipe en la primavera de 1975, y así se lo hizo saber al embajador, según datos revelados por el portal Wikileaks.
Juan Carlos informó a Washington los detalles de «la crisis cardíaca de Franco» el 16 de octubre de 1975 y pidió el respaldo del embajador estadounidense en Madrid, Wells Stabler, para hacer que Franco firmara su renuncia antes de la muerte, aunque ya en 1969 había nombrado a Juan Carlos como su sucesor.
Los cables también revelaron que el hoy rey de España fue «el mejor informador de Estados Unidos» para buscar el respaldo de Washington tras la muerte del dictador.
«El heredero del dictador se convirtió en aquel momento crucial de la historia de España en el mejor informador de EE.UU. con la esperanza de que con su lealtad se ganaría el respaldo de Washington tras la muerte de Franco», informó este lunes Wikileaks al basarse en los cables diplomáticos estadounidenses compilados por el portal.
El entonces secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, en reiteradas ocasiones enfatizó a Stabler que sus contactos con Juan Carlos «deben ser tratados con la mayor discreción», ya que «estos informes tienen un grandísimo valor para EE.UU.».
Juan Carlos desveló el 5 de noviembre de 1975 cuáles iban a ser los movimientos del régimen en el Sahara en un momento de tensión con Marruecos. En los documentos de Wilikeaks hay constancia de reuniones formales e informales y conversaciones telefónicas.
Los datos también revelaron la disposición del Gobierno estadounidense para «apoyar» al sucesor de Franco en «vías de la democratización», con el fin de impedir que «los comunistas y los extranjeros de todos los colores jugaran un papel determinante» en la nación europea.
La base militar de Torrejón, unas vacaciones en Palma o un encuentro con la National War College eran los escenarios perfectos para que el entonces príncipe de Asturias se explayara con Stabler sobre el humor de los oficiales de las Fuerzas Armadas, la debilidad de Arias Navarro, las perspectivas de su llegada al trono, el Partido Comunista, la ultraderecha, el estado de forma de Franco, las relaciones con Francia y Portugal, o sus viajes a Oriente Medio en busca de acuerdos petroleros.
Las revelaciones de Wikileaks se suman ahora a los escándalos de corrupción financiera y política de los miembros de la familia Real de España, que han complicado la situación del rey de este país y ha aumentado las peticiones para su renuncia.
Wikileaks divulgó este lunes más de 1, 7 millones de archivos confidenciales norteamericanos que incluyen las comunicaciones diplomáticas o informes entre todos los países del mundo, durante la década de 1970, indicó Telesur.