Enrique Acuña ofreció un obsequio a Aylín Labañino como un símbolo de la solidaridad del pueblo y los trabajadores del Ministerio de Relaciones Exteriores con la causa de Los Cinco y su inmediata e incondicional liberación y regreso a Cuba. Autor: José M. Correa Publicado: 21/09/2017 | 05:24 pm
CARACAS.— La historia heroica de los cinco cubanos condenados injustamente en EE.UU. por luchar contra el terrorismo congregó a miembros e invitados del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, de la Cancillería venezolana, llevados de la mano por Aylín, una de las tres hijas de Ramón Labañino.
La joven narró algunas de las vivencias tanto de su familia como de las de René, Fernando, Gerardo y Antonio, cuyos hijos, sobrinos, madres, esposas han sido alejados durante 14 años del calor filial de hombres ejemplares que se sacrificaron por evitar muerte y desolación no solo en Cuba, sino en los propios Estados Unidos y otros países de la región.
El diplomático Enrique Acuña, presidente del Instituto Pedro Gual, reiteró la necesidad de continuar denunciando la atrocidad de la justicia estadounidense contra los héroes, que no son solo de Cuba sino de toda Nuestra América, dijo.
Señaló que el movimiento internacional de solidaridad con los Cinco deberá mantenerse constante mientras no sean regresados a la isla caribeña, lugar al que pertenecen.
Yoel Pérez García, segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, y miembros de la Embajada cubana en Venezuela, también asistieron a la conferencia, donde se coincidió en que el incremento de la solidaridad mundial es el único camino para hacer cumplir la justicia que el Gobierno norteamericano y sus tribunales se niegan a conceder.