El exoficial soviético Viktor But denunció este domingo el carácter injusto del sistema de jurisprudencia de Estados Unidos, tras ser condenado a 25 años de cárcel, sin pruebas contundentes, indicaron medios de prensa en Moscú, reporta PL.
Poco después de conocerse su condena, por debajo de la cadena perpetua solicitada por la fiscalía norteamericana, But declaró al canal NTV que se trató de una especie de inquisición donde era necesario confesar «el haber pecado con el diablo», declaró.
El comerciante ruso señaló que en todo momento se buscó lavar el cerebro de los 12 miembros del jurado que lo halló culpable del delito de atentar contra la vida de estadounidenses.
Sólo con la frase de «matar a norteamericanos» era casi imposible ganar un juicio en el país norteño, consideró But, quien se muestra pesimista respecto a una apelación del veredicto, según el cual también debe pagar una multa de 25 millones de dólares.
El juicio demostró quien se cree ahora dueño del mundo. Si nos tragamos esta píldora y nos quedamos cruzados de brazos, ello significará que Rusia perdió toda jurisdicción sobre sus ciudadanos y de que estamos a merced de las leyes norteamericanas, opinó.
La fiscalía se basó en testimonios de agentes encubiertos del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que simularon ser representantes de un grupo guerrillero suramericano, quienes hicieron una oferta de compra de armamentos. Toda la operación fue un simulacro.
Sin embargo, basado en suposiciones sobre las intenciones de But, la parte acusadora consideró que las armas a vender por el acusado serían empleadas para atentar contra ciudadanos estadounidenses.
La víspera, el ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, adelantó que en su próxima visita a Washington tratará el caso de But con la secretaria de Estado norteamericana.
Por su lado, la Cancillería rusa consideró la decisión como injusta y prejuiciada, en tanto el ministerio de Justicia apelará a una convención Europea de 1983 que prevé el traspaso de prisioneros para lograr que el exoficial cumpla su condena en cárceles rusas.
But fue arrestado en 2008 en Tailandia, como parte de una supuesta operación policial internacional para capturar a un traficante de armas, pero las autoridades del país asiático no presentaron ninguna acusación y en 2010 el exoficial fue llevado a Estados Unidos.
El traslado a una cárcel norteamericana de facto se considera un secuestro, pues Washington nunca avisó a Rusia sobre el viaje de But.