MINSK, abril 12.— El servicio de contraespionaje belaruso descartó hoy una acción suicida en el atentado registrado en la estación del metro capitalino Oktiaberskaya, con saldo de 12 muertos y 204 heridos, 151 de ellos hospitalizados.
Según PL, autoridades de Salud informaron que 40 personas se encuentran en estado muy grave y 58 recibieron lesiones de menos peligro.
De acuerdo con el ministerio del Interior, a partir de las declaraciones de testigos en el lugar de los hechos y las grabaciones de las cámaras de vigilancia se elabora la foto-robot de dos personas, sospechosas de ser los ejecutores del atentado.
Fuentes del Comité de Seguridad del Estado (KGB) indicaron que el artefacto dinamitero, con una carga de entre cinco y 10 kilogramos de explosivos, fue colocado debajo de un banco, situado en el andén de la referida estación, la más céntrica de esta urbe.
El estallido, ocurrido ayer a las 18:55 (hora local) cuando en la estación se encontraban unas 300 personas, pudo ser activado por un mando a distancia, indicaron fuentes del KGB.
La bomba estaba preparada con una gran cantidad de arandelas y clavos de unos 15 milímetros de largo para aumentar su radio de destrucción, de ahí que la mayoría de las heridas se presentan en las extremidades inferiores y el pecho.
El ministerio del Interior también anunció la realización de varios arrestos de personas que pueden estar implicadas de alguna forma en el ataque dinamitero.
La estación Kapulovskaya, también afectada por la explosión, pues se cruza con Oktiaberskaya en el corazón de esta capital, reabrió sus puertas esta jornada, en la cual los belarusos depositaron flores y velas a la entrada.
El presidente Alexander Lukashenko, orientó la víspera la entrega de compensaciones para los familiares de los fallecidos y los heridos.
En tanto, las autoridades de Bielorrusia detuvieron a varios sospechosos en relación con el atentado, de acuerdo con un reporte de DPA.
El vicefiscal general Andrei Shved informó de los arrestos sin dar más detalles y dijo que no se trató de un ataque suicida, sino que el explosivo fue accionado a distancia.
El objetivo del ataque fue desestabilizar el país, según Shved, que hizo las declaraciones al recorrer la zona de la explosión, según la agencia local Belapan. La policía estaba buscando a cuatro sospechosos. La fiscalía catalogó el caso como atentado terrorista. Hasta el momento Bielorrusia no era considerado un posible objetivo en este sentido.