Pointe-A-Pitre, Guadalupe.— Después de una semana de violentos disturbios, la isla de Guadalupe, uno de los territorios de ultramar que forman parte de Francia, vivió el viernes una tensa calma mientras los líderes de las protestas analizan las ofertas del presidente francés Nicolas Sarkozy para restablecer la paz en esa isla y la cercana Martinica.
Pese a la relativa tranquilidad, sí se hicieron oír críticas al gobierno francés por haber tardado demasiado en reaccionar. Los sindicatos aceptaron negociar, pero calificaron la oferta de inadecuada y rechazaron llamar al fin de la huelga que hace un mes mantiene paralizada a Guadalupe, destacó AFP.
Este viernes, el primer ministro francés, François Fillon, pidió a los sindicatos y empleadores de Guadalupe que acepten el paquete de ayuda y finalicen la huelga.
El jueves, Sarkozy, apeló en un mensaje televisado a poner fin a la violencia en Guadalupe e informó una subvención de 580 millones de euros adicionales para los territorios de ultramar, dice Reuters.
Asimismo anunció que viajará en abril próximo a ese territorio e iniciará una serie de debates acerca de la situación de las zonas ultramarinas.
En la ola de protestas, un dirigente sindical murió y varias tiendas fueron saqueadas e incendiadas, para demandar al gobierno francés y a los empresarios locales que alivien el creciente costo de la vida.
La cuestión espinosa de los aumentos salariales se debate en las conversaciones entre un grupo que representa a los huelguistas y una organización de empleadores. Las protestas se han extendido a la vecina Martinica y han surgido protestas en la Guayana Francesa y en la lejana isla de Reunión, en el Océano Índico.