El esclarecimiento de varios temas sobre los que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) solicitó la cooperación de la República Islámica de Irán, da fe de la eficaz colaboración desarrollada entre ambos, y dejan sin razón de ser las presiones de Estados Unidos y sus aliados contra Teherán.
En conferencia de prensa ofrecida este lunes, el embajador del país persa en La Habana, Mostafa Alaei, explicó que el informe presentado el viernes pasado por el director de la AIEA, Mohammed el Baradei, demuestra la plena cooperación iraní en cuanto a despejar dudas sobre el carácter pacífico de su uso de la energía nuclear.
Según el diplomático, se resolvieron los temas relacionados con el enriquecimiento de uranio, las centrífugas P1 y P2 (empleadas con tal fin), el plutonio, la contaminación radioactiva y la mina de uranio de Ghachin. El caso, por tanto, se considera cerrado.
El informe de la AIEA expresa que las actividades nucleares de Irán son netamente pacíficas y no constituyen una amenaza militar, añadió Alaei. Por esa razón, ya no se les puede dar seguimiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, y si permanecieran allí, sería por un interés político de mantener la hostilidad hacia el país persa.
Interrogado por JR sobre si el informe de la AIEA pudiera producir una fractura en el frente común que han integrado Reino Unido, Francia y Alemania contra el programa nuclear iraní, el diplomático expresó que no espera tal quiebre, pues esos países siguen instrucciones dirigidas a evitar que Teherán se haga de la energía nuclear, un derecho legítimo al que Irán jamás renunciará.