Casualidades de un día ordinario: en tres tiendas recaudadoras de divisas el hombre vivió igual número de «monstruosidades»; una en cada centro comercial.
Roma, ciudad del pasado y del presente —dos veces fantasma—, nos recuerda como ninguna otra adónde van los imperios. Sobre el Coliseo y los foros, sobre Cleopatra y Julio César ha llovido el tiempo con tanta furia que la vieja metrópoli parece un campo bombardeado, en el que a duras penas se sostienen algunas columnas decapitadas y arcos que necesitan puntales de hormigón, mallas y hierros que les impidan venirse abajo. El resto es melancolía, y un idioma, el italiano, que solo se habla en los límites estrechos de la península y sus dos islotas del Mediterráneo.
Tengo un amigo médico que reunió, y reunió, para el par de zapatos que quería y terminó comprándose una contestadora electrónica. Su casa parece una central de ETECSA. Si cobrara por las consultas telefónicas sería millonario. Y es que no seríamos cubanos si tomáramos, como dice un programa televisivo de orientación para la salud, la dosis exacta.
Créalo o no, un nuevo artificio se han buscado ciertos choferes estatales para evadir los controles en la vía: hacer lo más ilegible posible las chapas de sus carros.
Había una vez un hombre que era muy querido en su aldea, porque contaba historias. Todas las mañanas salía, y al anochecer, cuando volvía, los trabajadores, después de haber penado durante el día, lo rodeaban, diciéndole: ¡Vamos!, cuenta. ¿Qué has visto hoy?
Cuando la nave de Cubana de Aviación aterrizó en el aeropuerto internacional de Islamabad, la capital de Paquistán, el 14 de octubre de 2005, los trabajadores de esa institución desconocían quiénes eran los hombres y las mujeres a quienes observaban desde tierra con un asombro inaudito. Había ocurrido una leve equivocación, y por ese lugar no eran esperados.
Hace unos días recibí el libro que Juan Antonio Martínez de Osaba me envió desde la ciudad de Pinar del Río. Ciertamente llegó. El del poeta Renael González, remitido más de un mes atrás, desde Puerto Padre, en Las Tunas, aún prosigue su viaje por Correos de Cuba. ¿Por qué trillos se habrá perdido? ¿Dónde habrá anclado?
Mientras se esclarece la posesión de los Bush, campesinos paraguayos se manifestaban ayer por tierras. Foto: AP
Si en la filosofía china —en especial en el taoísmo— la comunión del yin y el yang encierra el principio del orden universal, debemos encontrar con premura al segundo de esos elementos, es decir, todo lo que respecta a la participación de los cubanos.
Paolo Virzi es un niño milanés de nueve años, empeñado en que sus padres le compren la agenda escolar que tienen sus compañeritos de colegio como el objeto más preciado del momento.