Tengo un amigo que, tan solo de pensarlo, tiembla. Su tubo de Sport Aqua se le está acabando y no encuentra sustituto. El hecho de que le falte la crema de afeitar es para él, me confiesa, como la ausencia del aerosol para el asmático. Su cara comienza a inflamarse si no tiene la jabonadura que suavice el cañoneo perenne de su barba de Cromañón y la alergia establece de inmediato una guerra que lo obliga a vivir como El Pelú de Mayajigua.
Vísperas del XIX Congreso Obrero, me arriesgo a asegurar que la urgencia cardinal de la sociedad cubana hoy es potenciar el trabajo, como fórmula saneadora de ciertas distorsiones heredadas en estos años cruentos. Y en correspondencia, apremia la revitalización del maltrecho salario, hasta lograr reivindicarlo como la fórmula primordial de la redistribución de la riqueza.
La verdad tiene un precio. Y a veces este es duro. Desde temprano, en la casa y en la escuela, los mayores le repiten al niño que nunca debe decir mentiras. Solo que, cuando crecen, los pequeños descubren que decir lo real, lo justo, en ocasiones puede traerle consecuencias, por momentos un poco lamentables.
Sin ánimo de polemizar, ocupo este espacio para una aclaración ética sobre un tema que abordé el pasado martes bajo el título Hay que buscar detrás de la malla, basado en una entrevista con Eugenio George, el mejor entrenador de equipos femeninos de voleibol del siglo XX.
Los cubanos hemos tenido, por siglos, el orgullo de ser catalogados como muy hospitalarios, bien por hombres y mujeres del patio como por gente de diversas partes del mundo, que llegaron hasta aquí para disfrutar nuestro sol o acompasar su espíritu al de las guitarras y los trovadores.
En los próximos días tendrá espacio un acontecimiento cuyas sesiones podrán mantenernos interesados frente al televisor o en la cola del periódico. Me refiero al XIX Congreso de la CTC. Tradicionalmente, estas reuniones han encadenado la atención del país. ¿Acaso no recordamos todavía la celebración del decimotercero en 1973? Con él empezamos a curar nuestra economía de sus achaques de idealismo. Y esta terapéutica —advierto entre paréntesis, para que no me tachen de triunfalista— aún no ha concluido y ahora halla al paciente con las complicaciones del período especial. Ustedes saben...
Se trata de 50 millas de trincheras, más de cien kilómetros de fosos que rodearán la capital iraquí en un intento infructuoso por detener los hechos de violencia que han dejado casi 200 personas muertas tan solo la semana recién concluida y 6 559 en los meses de julio y agosto, según un reporte de la ONU sobre derechos humanos dado a conocer este jueves.
Un punto de recogida de personal sin inspectores es el examen de conciencia más difícil que puede enfrentar un chofer estatal. A esa hora se demuestra cuál de ellos recoge pasajeros por obligación y quién por sensibilidad.
Era un recinto de verano. Unas personas se disponían a salir, por lo que esperaban su hora de partida, acomodadas en las butacas y sofás. De pronto, uno de los que aguardaba movió incómodo la nariz. «¿Qué es esto?», murmuró. Revisó a los lados, volvió a olisquear. «¿Pero qué es esto?», repitió. Volvió a mirar y allí estaba el culpable. Un hombre bajito, de unos 50 años y delgado, que se llevaba el cigarro a los labios, ajeno a la labor de asfixia comunitaria que también realizaba.
En el número 1 de la selección semanal de Colorama y en la sección Lo más pega’o de Piso 6 figura el tema musical Cómo duele, interpretado por la cantante puertorriqueña Noelia.