El pasado 7 de octubre, combatientes palestinos enclaustrados en Gaza por un riguroso régimen de vigilancia, emprendieron el más potente y devastador desafío realizado hasta entonces a la supremacía militar del Estado sionista de Israel en Oriente Medio.
¿Conoce usted la diferencia entre una olla multipropósito RCP 10 y una RCP 20? Esas, las llamadas «ollas Reina» que solo encontramos en estos tiempos en las tiendas de MLC, difieren en su nomenclatura por su diseño y cantidad de minutos en el tiempo de cocción, a partir de lo cual, también difieren en el precio de venta.
Sólo la prepotencia y el carácter abusivo de un país con ínfulas imperiales como Estados Unidos, ha podido pasar por alto las 31 ocasiones en que su política de asfixia contra Cuba ha sido condenada en el concierto de las Naciones Unidas.
La infame guerra del régimen sionista encabezado por Benjamin Netanyahu y el gabinete ultraextremista acompañante debe cesar de inmediato. El citado «Mundo Occidental», que también se hace llamar «la comunidad internacional» asumiendo poderes no concedidos, ha mantenido durante decenas de años una vergonzosa posición de apañamiento al robo de las tierras de un pueblo y de su derecho a constituirse en ellas como Estado.
Coincidiendo con la entrada de las tropas israelíes en el complejo hospitalario Al-Shifa, ubicado a unos 500 metros de la costa mediterránea, en el norte de la Franja de Gaza, convertido por el régimen sionista de Benjamín Netanyahu en un escenario de guerra, unas 200 000 personas se manifestaron en Washington D.C. a favor de la masacre palestina.
A punto de cumplirse este miércoles 40 días del despliegue de todo el poderío militar israelí contra el minúsculo enclave palestino de Gaza por aire, mar y tierra, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, reportó un dudoso control sobre los centros de mando del Movimiento de Resistencia Palestina Hamás.
Recibí recientemente una invitación del Gobierno cubano para participar en la Conferencia La Nación y la Emigración, que se llevará a cabo en La Habana los días 18 y 19 de este mes de noviembre. Por supuesto que acepté de inmediato. He participado en otras conferencias de este tipo, desde la primera que se realizó en 1994 en el Palacio de Convenciones.
¡Ha muerto la mentira! Probablemente sea la noticia de la Historia. Yace en un féretro tosco y ordinario mientras incontables personas se han congregado para despedirla entre lágrimas.
Me preocupa la basuraleza. Y advierto, no es un término que he inventado, pues hace años la fusión de dos vocablos bien conocidos se refiere a «los residuos generados por el ser humano y abandonados en la naturaleza, con la consiguiente alteración del equilibrio de los ecosistemas». Me preocupa su expansión creciente, y la desidia de muchos ante ella en todas las regiones del mundo.
El cuarto oscuro. Las tres de la mañana. Solo se percibe un hedor nauseabundo, proveniente de los cabillos acumulados en el cenicero —como si llevara meses sin limpiarse—, y una botella de agua —caliente, por cierto. La habitación se ilumina en flasheos intermitentes: disparos del videojuego en el que el joven se inmiscuyó esta vez, al punto de trasladar a ese universo ficticio su propia vida.