Hace casi dos años visité Caracas. Se celebraba por esa fecha en la capital venezolana el 19no. Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes. De la ciudad recuerdo el movimiento agitado de sus calles y la sonrisa que reinaba a la sombra de los parques, negocios y paseos. Entre los cerros que encierran Caracas me llamó la atención que mucha gente de a pie, al hablar de la situación del país, decían tranquilos: «Nos estamos recuperando».
Pleno verano en Cuba. Se han registrado las temperaturas más altas de la historia. Son las dos de la tarde y el sol está, como refiere cierto dicho, «que raja las piedras». A simple vista es difícil contar, pero probablemente haya más de medio centenar de personas repartidas entre la sombra de un árbol, la entrada del Teatro Trianón y sus laterales. A algunos les toca aguardar al sol.
Hay ausencias irreparables, pérdidas irreversibles, y aunque la muerte es la peor de ellas, todas generalmente laceran. Desde pequeños nos enseñan el valor de la amistad. Se nos dice que esta es como una flor y que, por tanto, requiere atenciones. Para quienes hemos tenido la dicha de experimentar esta maravillosa sensación y, además, hemos logrado tener un bello jardín con flores bien cuidadas; duele que, de pronto, lo mismo súbita que paulatinamente, la vida nos despoje de la mayoría de esas flores que, con tanto empeño, hemos mimado.
La línea entre lo público y lo privado se ha diluido peligrosamente. Cada foto, publicación y comentario está sujeto a la interpretación y juicio del público virtual. Lo que antes era un espacio íntimo, ahora se comparte con miles de desconocidos.
Se han tornado interesantes las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos. A lo que parecía pan comido por el trumpismo parece que le falta o le sobra algún ingrediente y ya no hay pronósticos seguros, cuando faltan poco menos de cien días para la decisión de las urnas. El torneo está candente, ahora nadie ha tirado la toalla y hay golpes de todo tipo.
Reelegido Nicolás Maduro como Presidente. La victoria bolivariana en las presidenciales de este domingo ha significado la derrota de la derecha violenta en las urnas, lo que debe abrir en Venezuela una nueva etapa, que tendrá que ser de paz.
En este siempre caluroso verano la juventud busca presurosa un lugar a donde ir, una aventura para vivir, un sitio en el cual pasar bien el rato, divertirse, relajarse.
Todos los acontecimientos históricos que marcaron «un antes y un después» por su profundidad y alcance —más allá del escenario nacional y regional en que tuvieron lugar— son objeto de las más variadas interpretaciones en su valoración y significado.
Vuelve julio con la invariable costumbre de asistirnos la memoria, y cada 26 es emoción, historia que reta.
Ningún otro deporte detiene tanto la atención de los aficionados en Cuba como el béisbol, a pesar del crítico estado de salud que posee hoy el mayor espectáculo deportivo en nuestro país. Cada postemporada en los últimos años parece recordarnos que, todavía pendiendo de un hilo su vitalidad, la pelota respira en los terrenos y entre el público como alma indispensable de la nación.