LA PAZ, octubre 29.— El presidente de Bolivia, Evo Morales, consolidó su triunfo en los comicios del pasado 12 de octubre al confirmar el Tribunal Supremo Electoral su victoria con el 61,36 por ciento de los votos, lo que también le otorga una mayoría parlamentaria suficiente para legislar incluso sin el respaldo de la oposición.
Los resultados oficiales con el escrutinio al ciento por ciento se conocieron más de dos semanas después de la jornada de votación, un retraso que le ha costado críticas a las autoridades electorales, dijo EFE.
El vocal del TSE Ramiro Paredes explicó a los medios que el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) consiguió 25 de 36 escaños en el Senado y 88 de 130 en la Cámara de Diputados, que suman 113 puestos en la Asamblea Legislativa de 166.
El frente opositor Unidad Demócrata (UD), que postuló al empresario Samuel Doria Medina, obtuvo nueve escaños en el Senado y 32 en la Cámara, con un apoyo en las urnas del 24,23 por ciento.
A su vez, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), que llevó al expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), consiguió dos senadores y diez diputados, al sumar un respaldo del 9,04 por ciento.
Pese a que el Movimiento Sin Miedo (MSM) y el Partido Verde reclamaron cada uno haber ganado una diputación, el TSE se los negó porque la ley electoral establece una votación de al menos un tres por ciento para recibir un escaño.
Representantes de UD, el Partido Verde y el PDC acusaron a los vocales del TSE de supuestas irregularidades, señaló EFE.
Este triunfo abre a Evo Morales las puertas de un tercer mandato consecutivo hasta enero de 2020.
La representación de más de dos tercios del Congreso es la misma que hasta ahora le ha permitido avanzar en sus reformas, y el mandatario lo considera una posibilidad de acercarse a una «democracia comunal» de consenso y unanimidad, al contrario de lo que llama «democracia importada» de mayorías y minorías.
AFP acotó que el Presidente ganó en ocho de los nueve departamentos de Bolivia, incluso en Santa Cruz, principal bastión opositor. Solamente perdió en Beni, en el noreste del país.
El vicepresidente Álvaro García Linera, también reelegido, afirmó que la victoria con 61 por ciento significa «que Bolivia entera ha optado por un camino de economía de Estado y de sociedad que satisface sus necesidades».
«Pocas veces en la historia se ha dado tanta unanimidad, la gente está contenta con lo que hacemos como Gobierno, la gente ve que Bolivia ha cambiado para bien», sostuvo.
García Linera, añade EFE, afirmó que hasta 2009 hubo un escenario bipolar por la presencia de una oposición que, en su opinión, buscaba regresar a una época de las privatizaciones pero que se ha diluido frente al proyecto revolucionario de las nacionalizaciones hechas por Evo Morales.