Moscú, octubre 30.— Rusia ratifica su disposición a dialogar sobre arsenales nucleares tácticos, pero insiste en la necesidad de que Estados Unidos retire de Europa sus armas de ese tipo, afirmó este martes el vicecanciller Serguei Ryabkov.
El vicetitular reiteró la voluntad de conversar, pero sobre la base del convencimiento de que las armas atómicas no estratégicas del Pentágono en el llamado viejo continente ya dejaron de ser estratégicas en relación con el territorio ruso, informó PL.
Tal como lo hizo Rusia en su tiempo, Washington debe repatriarlas y desmantelar la infraestructura que permita restablecer rápidamente estos potenciales, demandó el viceministro de Exteriores, punto de vista que fue expresado en abril del año en curso por el canciller Lavrov durante la reunión del Consejo Rusia-OTAN, en Bruselas.
Asimismo, recordó que, a diferencia de la nación rusa, Estados Unidos preserva sus armas nucleares no estratégicas fuera del territorio estadounidense y, además, mantiene alertas las infraestructuras de uso correspondiente en los países donde están emplazadas.
Dijo, además, que para negociar un recorte de este tipo de armamentos en el contexto del equilibrio estratégico global es una precondición igualar las posiciones, lo cual implica repatriar esos medios de destrucción y desmantelar las respectivas infraestructuras.
Lavrov volvió a insistir ante sus pares de la OTAN en el principal punto de fricción de la era post soviética entre Moscú y el bloque ofensivo occidental al referirse al sistema de defensa antimisiles en Europa (DAM).
Estados Unidos y la OTAN deben proporcionar firmes garantías legales de que el futuro sistema DAM en el viejo continente no apunta contra ningún país europeo, incluida Rusia, exigen los representantes de la diplomacia del Kremlin.
Distintas personalidades norteamericanas, incluido el presidente Barack Obama, han expresado la esperanza de que futuros acuerdos entre Washington y Moscú contemplen la reducción de armas estratégicas, tácticas y no desplegadas.
Sin embargo, hasta el momento, al margen de las promesas y gestos conciliatorios, la respuesta concreta sobre la DAM y los arsenales nucleares de alcance medio en Europa no ha llegado a Moscú.