Jorgito Hernández fue uno de los tres campeones del boxeo cubano en Montreal 1976. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 30/07/2024 | 09:23 pm
Si me convidaran a escoger los dos torneos de boxeo aficionado que más me han impresionado por su calidad, me quedaría con el campeonato mundial celebrado en La Habana en 1974 y el de los Juegos Olímpicos de Montreal, que culminaron el 31 de julio de 1976, hace 48 años.
Los estadounidenses presentaron una poderosa escuadra, tal vez la mejor que reunieron en los certámenes de los puños, y lograron desplazar a Cuba de la posición cimera que los criollos habían alcanzado en Múnich 1972, al adjudicarse cinco medallas de oro por intermedio de Leo Randolph en 51 kilogramos, Howard Davis (60), Ray Leonard (63.5) y los hermanos Michael (75) y León Spinks (81).
La selección de la Mayor de las Antillas acaparó tres cetros, uno de Jorgito Hernández Padrón, que superó al coreano del norte Li Byong-Uk en los 48 kilogramos, Ángel Herrera Vera, sorpresivo monarca de los 57 kilogramos, quien derrotó en la final al entonces alemán democrático Richard Nowakowski, que un año antes, en 1975, había triunfado en el Torneo Internacional Giraldo Córdova Cardín efectuado en Santa Clara y, por supuesto, la tercera dorada fue a manos de Teófilo Stevenson Lawrence, quien acaparó su segunda corona olímpica, luego de derrotar por abandono al rumano Mircea Simon.
Con preseas de plata regresaron a casa Ramón Duvalón Carrión (51 kg), Andrés Aldama Cabrera (67) y Sixto Soria (81), mientras Rolando Garbey (71) y Luis Felipe Martínez (75) trajeron bronce, aunque muchos consideran que este último resultó perjudicado en su pleito semifinal contra el representante de la extinta Unión Soviética, Rufat Riskiev, un hombre de demoledora pegada que no se presentó en buena forma deportiva en Montreal.