Idalberto Umará se ha mostrado imponente en su camino a la final. Autor: AIBA Publicado: 29/08/2018 | 08:10 pm
Puede que hoy, en Budapest, se escuchen las notas de nuestro himno nacional. No hay batuta, pero sí guantes. No hay orquesta, pero sí un Idalberto Umará que, con sus derechazos, ha logrado las armonías perfectas para mantenerse invicto y optar por la medalla de oro en el Campeonato Mundial de boxeo para juveniles que se celebra en esta ciudad europea.
El boxeo, como todos los deportes, da revancha. Umará tendrá en la esquina contraria al ruso Ilia Popov, quién ya lo derrotó una vez. «Me ganó en su país, pero entonces yo no poseía la preparación de ahora», expresó el púgil de Sancti Spíritus en declaraciones al portal digital JIT.
En el pase a la final, el cubano dispuso del jordano Osama Samreen con veredicto unánime de 5-0 (30:27, 30:26, 30:27, 30:27, 30:26), mientras que el ruso Popov aventajó 4-1 al ucraniano Makzym Molodan.
La escuadra cubana, debido a la imposibilidad de gestionar visados en La Habana para el clasificatorio organizado en Estados Unidos, dependió únicamente de los tres cupos asignados por los organizadores del evento. El mediano Damián Acosta cayó entonces en su segundo combate mientras que el semicompleto Christian Pinder cedió 0-5 en semifinales y se colgó así la medalla de bronce.
Al final, será Idalberto Umará quién se calce los guantes, cruce bajo las cuerdas y baile en la final sobre el cuadrilátero del Duna Arena de Budapest. Será, sin dudas, el baile más importante de su aún corta carrera.