Sin dudas, los deportistas brasileños se han preparado con muchas ganas para los XV Juegos Panamericanos que ya casi nos tocan a la puerta. Sin embargo, el verdadero desafío del país anfitrión de la cita panamericana será demostrar sus potencialidades para organizar competencias de alto nivel.
Río de Janeiro, la capital del turismo brasileño, recibirá unos 700 000 vacacionistas durante los Juegos, según cálculos de la Secretaría Municipal de Turismo divulgados por la agencia oficial de noticias ABR.
Los visitantes se juntarán con los seis millones de habitantes de la «Ciudad Maravillosa», lo cual «tendrá un impacto inconmensurable desde el punto de vista económico, de turismo, de credibilidad para otras conquistas fundamentales del país», evaluó el secretario de Turismo de Río, Rubem Medina.
Brasil aspira a organizar la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 y quizá unos Juegos Olímpicos, que serían los primeros en Sudamérica. Por ello la alegría de su gente, que formará en las instalaciones la mundialmente famosa «torcida» carioca. «Viva esa energía», invita el slogan de la cita.
Por cierto, ¿se acuerdan de Mujeres de arena, aquella telenovela protagonizada por Gloria Pires, donde uno de los personajes, Toño Dalúa, esculpía muchachas a la orilla del mar?
Pues bien, en la playa de Copacabana florecen por estos días figuras alegóricas a los Juegos, como la réplica del añejo estadio Maracaná y la mascota del certamen continental, el sol Caué, que se muestran en las imágenes.
El histórico Maracaná será el escenario de la ceremonia de inauguración del evento, y seguramente los espectadores locales recordarán en algún momento aquella memorable «tragedia» de 1950, cuando Brasil cayó 2-1 ante Uruguay en la final de la Copa del Mundo de fútbol, en un estadio tan repleto como el que veremos dentro de una semana.
En los días subsiguientes llegarán las medallas, que esta vez no tendrán el tradicional formato circular, sino forma de trapecio.
Alrededor de la pieza metálica, las medallas llevarán un marco de acrílico, que por su resistencia y durabilidad representa la modernidad y la suavidad de RÍO 2007, según explicaron sus creadores. La cinta trae los colores del evento (amarillo, verde y azul), en tanto el estuche portará la imagen del Pan de Azúcar, carta de presentación de la ciudad.