Las muy bajas temperaturas del invierno canadiense tienen su lado bueno y en Edmonton las han aprovechado para reunir nada menos que 20 millones de libras de hielo para formar torres, pasadizos y hasta cavernas en una monumental obra en la que crearon un castillo. El negocio, porque esa fue la intención, le fue bien a la compañía Ice Castles, que el primer día de su apertura al público ya tenía una larga cola de 4 000 personas que habían comprado su ticket para disfrutar la bella atracción de la escultura efímera.