A un lector le llama la atención el uso y el abuso de la voz usuario para designar a las personas que compran un producto o pagan por recibir algún servicio. Ya el término cliente anda medio olvidado. Después de consultar varios diccionarios, encontré que en una de las acepciones de usuario se lee: «Dícese de quien tiene derecho de usar una cosa con cierta limitación». Me reí recordando que algunos lo toman al pie de la letra. «El cliente siempre tiene la razón» rezaba una regla comercial muy conocida. Parece que el usuario no. La palabra responde, para muchos, a una sola de las acepciones: «Que usa ordinariamente una cosa». ¿Te has fijado qué difícil resulta que alguien emplee lo ajeno con cierta limitación?
Se cuenta que la expresión: «Los mismos perros con diferente collar» fue pronunciada por primera vez por el rey Fernando VII, cuando descubrió en los guerrilleros realistas formados frente a su palacio, a los integrantes de las milicias de Madrid, acabados de licenciar, después que ya había entrado el ejército francés llamado «Los cien mil hijos de San Luis», que comandaba el duque de Angulema.
Marrano viene de una palabra árabe, moharrana, lo prohibido. Los judíos hispanos llamaban de ese modo a la carne de cerdo, porque en su religión era una cosa prohibida. Ahora es sinónimo de cerdo, pero antiguamente, les decían así a los españoles que no se mantenían fieles al cristianismo.
Las defensas orgánicas disminuyen a causa del maltrato psicológico. El organismo de quien está siendo víctima de este, no puede luchar contra las enfermedades, y se dice que esa afectación se somatiza. Ya aparece registrado como: «Somatizar: Psicología, convertir un problema psíquico en una enfermedad o en un síntoma somático».
Hace años, las personas creían que los males que los aquejaban se producían por causas sobrenaturales. La influenza —el nombre es de origen italiano—, por ejemplo, significaba una influencia negativa de los astros sobre el enfermo.
Las respuestas de hoyLos cubanos llamamos media cuchara al albañil principiante, pero la Real Academia Española aclara que es la persona de mediano entendimiento o habilidad en cualquier arte, oficio, etcétera. Así que lo mismo si se trata de un pintor, un carpintero, un músico, o de un escritor, sin mucha escuela, lo será también. En una ocasión escuché: «Ella es costurera de agua dulce», para referirse a la poca calidad de su trabajo. La frase es muy gráfica, porque realmente los pescadores de agua dulce, sobre todo en países como el nuestro, en que los ríos son de poco caudal, no pueden compararse con los que realizan su faena en el mar.
Había una costumbre muy extendida de lanzar los muebles y los artículos del hogar por las ventanas, cuando el dueño ganaba el primer premio en la lotería nacional. De ahí viene la expresión: «Echó la casa por la ventana». Se dice de quien incurre en gastos excesivos.
Los peces llamados molinesios no proceden, como cree un lector, de la Molinesia, que jamás ha existido. Sí existe la Polinesia, una región de Oceanía; pero esos animales se denominan así en honor a Mollien —pronúnciese aproximadamente molián—, que fue ministro de Finanzas de Francia en época de Napoleón.