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La contabilización de los daños y las pérdidas provocados por el paso del huracán Matthew por el extremo oriental de Cuba continúa desarrollándose por parte del personal encargado de esta tarea en la etapa recuperativa. Hasta el cierre de esta información no se reportaba la muerte de persona alguna a causa del evento hidrometeorológico.
Los municipios guantanameros de Baracoa, Maisí, Imías y San Antonio del Sur, como se conoce, fueron los más duramente castigados, y en ellos continuaba el despliegue de medios, recursos y personal especializado para las acciones de recuperación y el pronto restablecimiento de los servicios vitales.
En su análisis sobre la situación hidrometeorológica, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos informó durante la reunión de ayer del Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional para Situaciones de Desastres, que del 3 de octubre a la víspera la retención de agua en las presas creció en 80 533 000 metros cúbicos, por lo que las reservas en los embalses ascendía al 55 por ciento a escala nacional.
Las principales precipitaciones —como es lógico— ocurrieron en Guantánamo, que acumularon del 3 al 6 de octubre alrededor del 99 por ciento de la media histórica de lluvia para este mes en ese territorio, eminentemente montañoso.
Para enfrentar los perjuicios en el área hidráulica trabajan en Guantánamo cinco brigadas y se suministra el líquido con carros-cisterna a la población sin servicio de acueducto, que ayer era superior a los 112 000 habitantes.
La reunión de la víspera del Centro de Dirección del Consejo de Defensa Nacional para Situaciones de Desastres estuvo presidida por el jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, general de división (r) Ramón Pardo Guerra, y Elba Rosa Pérez, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio ambiente (Citma).
Según se informó, ya estaba restablecida la transportación por ómnibus, ferrocarril y avión en las zonas no afectadas de la región oriental, y se monitoreaba la situación en Guantánamo y el área del Caribe para el restablecimiento de esta desde y en esa dirección.
Se conoció que dos puentes ferroviarios fueron afectados, pero que la provincia tiene posibilidades de resolver la avería con sus propios recursos. Sobre los viales se informó de daños a puentes y carreteras en el litoral sur del extremo oriental, por lo que se trabajaba en la construcción de desvíos para restituir el tránsito vehicular.
La carretera de La Farola fue reabierta, pero con acceso limitado. También se afectaron dos puentes de la que conduce de Moa a Baracoa, en el litoral norte; y tramos de la carretera de Granma, que va de Santiago de Cuba a Pilón.
La Unión Eléctrica informó, a partir de datos preliminares, de la caída en las zonas siniestradas de 5 000 postes eléctricos y mil transformadores, entre otros daños a la infraestructura y la logística del sector en el extremo oriental.
El área industrial de las zonas afectadas sufre de pérdida de techos en algunas instalaciones, entre otros daños.
En el sector del turismo los mayores males se reportan en la rama hotelera de Baracoa. Hasta la víspera se contabilizaban en este sector pérdidas por unos dos millones de pesos, fundamentalmente por ingresos dejados de recibir, ante la imposibilidad de prestar servicios.
Entre otros comentarios, el Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil destacó el trabajo de los medios de comunicación masiva durante estos días para mantener informada a la población.
