Para el año 2013 se prevé que todas las áreas protegidas que en la actualidad están administradas por diversas instituciones nacionales tengan la aprobación de las instancias correspondientes.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba tiene identificadas 253 áreas, informó Ismenia Abreu Santovenia, coordinadora del Programa de Comunicación, Educación Ambiental y Participación del Centro Nacional que se encarga de esos enclaves.
Dentro de los lugares fichados, 105 están administrados por instituciones como la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), y juntas de Administración en lugares como la Península de Zapata, la Reserva de la Biosfera Baconao y Cuchillas del Toa.
En noviembre de 2010 se concluyó con el proceso de aprobación de 27 nuevas áreas protegidas, lo que suma hasta la fecha 80 áreas aprobadas.
Esos espacios tienen un valor administrativo oficial, por lo que las medidas de conservación son mucho más rigurosas y los directores tienen poder judicial sobre aquel que las infrinja.
«Antes de establecer un área protegida aprobada, el lugar es revisado por instituciones como los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Turismo y el de la Agricultura, entre otros», explicó Abreu.
Para lograr la admisión de un área protegida aprobada esta debe cumplir varios requisitos, entre los que se encuentran tener condiciones naturales o seminaturales, y poseer especies, ecosistemas, valores paisajísticos y de la biodiversidad que sean únicos y extraordinarios para su conservación.
«Con la nueva división político-administrativa ocurrida en el país este 2011, las áreas protegidas continúan siendo las mismas, solo cambia la cantidad de áreas por provincias», declaró la especialista.
Desde 1959 Cuba comenzó un programa destinado al cuidado de sus principales zonas boscosas y marítimas. Para ello, el país elaboró un sistema de identificación y manejo especializado en determinados sitios con recursos y valores naturales de relevancia.
Con la misión de asegurar la conservación de los valores naturales más representativos de la nación, haciendo énfasis en la biodiversidad y garantizando la estabilidad ecológica y el uso sostenible de los mismos, así como la protección de los valores histórico-culturales asociados, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y los centros de colaboración luchan por el respeto y los derechos de nuestra Tierra.