Los ministros de Salud Pública y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, José Ramón Balaguer y José Millar Barruecos, respectivamente, compartieron las jornadas de trabajo de este lunes con la Directora general de la OMS. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
A finales del mes próximo la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzará el transporte de lotes de vacunas contra la pandemia a alrededor de cien países en vías de desarrollo, que de otra forma no tendrían acceso a las vacunas. Cuba está incluida en esa lista.
Lo anterior fue revelado por Margaret Chan, directora general de dicha institución, en conferencia dictada este lunes en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Según explicó la experta, la situación no es la ideal, pues la capacidad global de vacunas es limitada e inadecuada, y aún se requieren varios miles de millones de dosis para proteger completamente a toda la población.
«La colaboración internacional ante una emergencia de salud pública no debe ser afectada por ninguna barrera política. Estoy completamente consciente del impacto económico, comercial y financiero que el bloqueo norteamericano tiene aquí.
«Pienso que del mismo modo que las brigadas médicas cubanas han apoyado a muchos países durante sus crisis, Cuba igualmente puede necesitar apoyo en una emergencia de salud pública, como el caso de la pandemia de influenza. Tengan completa seguridad de todo el posible apoyo de las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud».
La doctora Chan reveló que el virus de la influenza es uno de los más impredecibles que han existido, y que la pandemia sólo terminará cuando un número suficiente de personas hayan adquirido inmunidad a través de la infección con el virus o de la vacuna.
«Una vez que una pandemia de influenza ha comenzado, no puede detenerse. Medidas como el cierre de las escuelas, la cuarentena o el bloqueo de viajeros sintomáticos en las fronteras pueden demorar de algún modo la expansión. Pero sólo llegará a su fin natural cuando se haya logrado suficiente inmunidad poblacional».
La experta señaló que el nuevo virus se expande internacionalmente con una velocidad sensacional, ayudado por el volumen de vuelos aéreos internacionales. «Se ha extendido más en menos de seis semanas que lo que las pasadas pandemias hicieron en más de seis meses.
«Hasta el momento la OMS continúa evaluando el impacto de la pandemia como moderado. Muchas de las personas infectadas han sido tratadas y a menudo no necesitan tratamiento.
«Fuimos afortunados en el sentido en que evolucionó, pues se expandió inicialmente en países con buen monitoreo y buen sistema de conteo de casos. Por primera vez en la historia en países como México, EE.UU. y Canadá los científicos pudieron seguir el comienzo de una pandemia en tiempo real.
«También el intercambio de información, de capacidad de diagnósticos, de kits de prueba y de pericia investigativa, fue abundante e inmediato entre los países. Y Cuba no fue la excepción».
Chan dijo que hasta el momento se conoce que el virus no ha mutado para causar enfermedades más severas, y que las vacunas de la pandemia se ajustan al virus circulante. También se sabe que el H1N1 es la cepa de virus de influenza dominante, lo que reduce la necesidad de pruebas de rutina de laboratorio y simplifica la respuesta.
«Ante la aparición del nuevo virus, los doctores han adquirido evidencia convincente de que si se administran los medicamentos dentro de las 48 horas del comienzo de los síntomas, pueden reducir la severidad de la enfermedad y la necesidad de hospitalización.
«Mi consejo es que si un paciente llega con síntomas de influenza, se le puede hacer la prueba de laboratorio, pero no esperar los resultados para comenzar con el tratamiento; este debe darse dentro de las primeras 48 horas».
También la Directora general de la OMS recibió una detallada información acerca de la historia y los principales logros del IPK, el cual cuenta con más de 70 años de fundado.
«Quisiera decir que apoyaré sus esfuerzos —dijo Chan—, sin duda alguna, para trabajar en aras de que este lugar se convierta en un centro de cooperación con la Organización Mundial de la Salud en cuanto a la influenza».
Recalcó que es importante que el centro cuente con un laboratorio en fase tres —de alta seguridad—, ya que los virus de influenza por definición necesitan ese tipo de recintos para trabajar de manera segura, y proteger tanto las investigaciones que se realicen como a las personas.
Según explicó a este diario el doctor Gustavo Kourí, director del IPK, la institución construyó un laboratorio de este tipo, pero aún no ha podido concluirlo.
«Estoy segura —afirmó la doctora Chan— de que la Organización Panamericana de la Salud y mis colegas estarán dispuestos a conversar y planificar el futuro. En este momento las tecnologías son menos costosas, así que podemos pensar cómo incrementar la capacidad de los países.
«En mi experiencia, estos centros de cooperación para la influenza son muy costosos. Ellos destinan miles de dólares para contribuir a la salud global. Mi consejo es que no deben apurarse, porque con suerte en los próximos años la situación será mejor y la economía del país será más próspera».
La doctora Margarte Chan recibió la Medalla 70 aniversario del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
Ciencia aplicada a la salud
En horas de la mañana de este lunes, la Directora general de la OMS visitó el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde escuchó conferencias acerca del trabajo de esa institución, así como de los centros de Inmunoensayos, de Neurociencias y de Ingeniería Molecular.
Visiblemente emocionada, la experta recordó que ha visitado más de 50 países y no esperaba ver todos los logros que Cuba puede exhibir en materia de ciencia aplicada a la salud.
«Quisiera agradecer por lo que han hecho por su pueblo y por la cooperación internacional. Necesito reflexionar en cómo puedo promover el trabajo que están haciendo dentro de las limitaciones de la OMS».