La urgencia de profundizar la cooperación Sur-Sur preside las intenciones del II Foro de Negocios del Movimiento NOAL, y su mejor fruto sería la consecución de nuevos y mejores vínculos entre nuestros países.
Centrada hoy en las rondas de negocios propiamente dichas, la cita quedó abierta la víspera, presidida por el canciller cubano Felipe Pérez Roque, con una jornada de reflexión e intercambios de experiencias acerca de los aspectos que más podrían ayudar a interrelacionarnos.
La presencia en el encuentro de ministros y representantes gubernamentales de unos 14 países, junto a más de 200 empresarios de 42 naciones y miembros de una veintena de Cámaras de Comercio, ilustra la amplitud de la reunión, acogida por Cuba en su calidad de presidenta pro témpore del Movimiento No Alineados.
Pero tal asistencia también puso de relieve las potencialidades del Tercer Mundo, llamado a relacionarse no solo para paliar las carencias de su desigual relación con el Norte, sino para pararse con más fuerza ante él.
Punto común en varias de las intervenciones de la apertura, y sustento de la necesidad de fomentar nexos en todos los órdenes, ha sido la denuncia acerca de la insostenibilidad del orden económico actual, responsable, entre otros desmanes, de la desigualdad que sigue marcando al comercio.
Según afirmó el ministro de Comercio Exterior de Cuba, René de la Nuez, en el año 2006 el intercambio comercial en el planeta representó valores por más de 12 trillones de dólares, iguales a un promedio de 1 850 dólares por habitante.
Pero, en tanto esa cifra significó en Europa más de 10 000 dólares por persona, en África solo equivalió a menos de 300 dólares per cápita. El 30 por ciento del total del intercambio mundial de bienes y servicios responde a los países subdesarrollados que también siguen a la zaga en materia de inversión.
Eso basta para ilustrar por qué se han reiterado aquí los reclamos de atención a las asimetrías en la Organización Mundial del Comercio y reforzamiento de la multilateralidad en las relaciones mundiales.
En tanto los países africanos están enfrascados en un área de integración comercial en ciernes que les demandará aún ponerse de acuerdo en materia arancelaria —algo que el MERCOSUR, en 16 años, no ha podido lograr—, el ejemplo del ALBA y los TCP fue mostrado aquí como alternativa viable y en marcha, frente al neoliberalismo y la explotación capitalista. Para algunos, la única vía hacia el desarrollo de nuestros países, en el contexto internacional de hoy. Otros países del Sur podrían sumarse.
Ilustrativa resultó la conferencia magistral del director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, Osvaldo Martínez, quien advirtió sobre la debacle que se observa en la economía estadounidense, y el efecto devastador que tendría el estallido de la burbuja financiera visible en el sector inmobiliario, que podría ser causa de una recesión global.
Esa eventualidad, junto a la caída del dólar, el aumento en los precios del petróleo y la pretensión de dar una falsa salida a la escasez de energía mediante los llamados biocombustibles, fueron señalados por Martínez como los cuatro retos más importantes que el contexto internacional abre hoy ante los países del Tercer Mundo.