Vives y sus muchachos celebran tras lograr el pase a la final en cuatro sets ante la favorita escuadra de Rusia. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 06:59 pm
La selección nacional de voleibol masculino, categoría sub-21, llegó hace diez días a la República Checa con la franca y realista intención de colarse entre los ocho mejores del Campeonato Mundial. El equipo, con mucho talento y no tanta experiencia, aspiraba a una meta que a priori no se presentaba como nada fácil.
Siete partidos después, resulta que los muchachos que llegaron en busca de un puesto decoroso, se han colocado a solo un paso de la gloria, tras doblegar en un choque espectacular de semifinales al fuerte equipo ruso.
Los del este europeo —ganadores de las tres últimas ediciones del torneo— ya habían superado a los antillanos en todas las líneas de juego durante su choque de la primera fase, que terminó con marcador incontestable de 3-0. No obstante ese precedente adverso, los de la Mayor de las Antillas impusieron un guion muy diferente ayer en Brno.
Comandados al ataque por dos «Migueles»: Gutiérrez y López, quienes anotaron 19 y 17 tantos, respectivamente, la escuadra dirigida por Nicolás Vives se impuso en los dos primeros parciales con pizarras de 25-15 y 25-18.
Pero no todo iba a ser tan fácil, y en el tercer set los europeos se recuperaron para lograr un descuento con tanteador de 25-16, solo para ver cómo los antillanos volvían a la carga para imponerse en la cuarta manga por cerrado score de 25-23.
En la conferencia de prensa posterior al juego, el entrenador cubano declaró: «Por supuesto que estamos muy contentos, porque al menos tenemos una medalla. Hemos trabajado durante mucho tiempo para obtener este buen resultado. Todavía no hemos alcanzado nuestro límite, y vamos a luchar mañana por un resultado aún mejor».
En resumen, fue un duelo matizado por el dominio ofensivo de los caribeños —52 ataques efectivos contra 40 de sus rivales—, quienes además se valieron del servicio —siete puntos por directo— como arma para sacar ventaja sobre la cancha. Otro factor destacable, en este caso negativo, fue el apartado de los errores, pues entre ambos conjuntos cometieron un total de 50 a lo largo del encuentro: 27 de Rusia y 23 de Cuba.
Con «las tareas» hechas, el partido de hoy ante Polonia —vencedor de Brasil en tie break— se presenta como otra revancha. En el mondoflex se definirá si se cumple el sueño o se confirma el favoritismo. De este lado del mundo, esperamos que se rompan los pronósticos.