La noche de martes en la capital española prometía magia. Abierta como estaba la eliminatoria entre dos gigantes, español uno y alemán el otro, el partido disputado en el estadio Santiago Bernabéu no dejó a nadie con ganas, aunque algunos sí pueden haber acusado una ligera taquicardia.
El global, 2-1 favorable a los blancos luego de su victoria en Múnich, mostraba un panorama esperanzador para los dirigidos por Carlo Ancelotti, quienes llegaron a Madrid con la artillería completa, tras recuperar al ariete Robert Lewandowski, ausente por lesión el pasado miércoles.
Luego de una primera parte con dominio merengue, y que reservó oportunidades claras para ambos onces, el complemento llegaría con premio para el Bayern, que logró adelantarse con un penal cobrado por el «nueve» polaco (53’), concedido tras una falta de Nacho a Robben en el borde del área chica.
El Madrid empujó entonces, y lo hizo a la vez que se defendía de un rival crecido, hasta lograr el tanto de Cristiano Ronaldo (76’), quien batió el arco teutón con un cabezazo cruzado.
Poco duró la alegría, pues solo un minuto después un despiste en defensa provocó un autogol de Sergio Ramos y volvió a poner arriba al Bayern, que después vería expulsado a uno de sus jugadores, Arturo Vidal, por doble amarilla.
Ya en la prórroga, y con el Madrid en superioridad, llegaron dos dianas de la estrella portuguesa (105’ y 110’) —la primera en fuera de juego—, seguidas de otra de Marco Asensio (112’), para poner así los últimos clavos en el ataúd del club baviero.
En el otro resultado de la jornada, el Atlético sacó partido del empate 1-1 ante el Leicester, y se acercó un poco más a la final de Cardiff. Marcaron Saúl Ñíguez (26’) por los colchoneros, y Jamie Vardy (61’) por los ingleses.