Narianna quiere integrar el equipo nacional. Autor: Héctor Carballo Hechavarría Publicado: 21/09/2017 | 05:22 pm
HOLGUÍN.— La esgrimista santiaguera Narianna Portuondo Morens conquistó con espectacular destreza una presea dorada de muy altos quilates en los Juegos Nacionales Escolares. Además, se mantuvo invicta en todo el certamen, con sede en la EIDE Pedro Díaz Coello, de esta ciudad.
Tal resultado avala un año de gran tenacidad para la estudiante de 15 años, quien antes había ganado el tercer lugar en la copa Tele Cristal de Esgrima (Holguín) y participó en el Campeonato Nacional de mayores, celebrado en Villa Clara.
Poseedora de una esbelta figura y un carácter a ojos vista dulce y apacible, Narianna suele trasformarse en un pequeño ciclón cuando esgrime su sable, el cual ha sido por largo tiempo casi su juguete preferido.
—¿De donde viene la atracción por la esgrima?
—La practico desde tercer grado. El profesor Eliover Dinza fue un día a mi escuela buscando interesados y yo levanté mi mano. Lo había visto por la televisión y me gustaron mucho los trajes y la máscara. Me parecía un deporte muy lindo. Nunca le temí y creo que no me equivoqué al escogerlo.
—¿Tus padres lo aceptaron?
—Desde el primer día. Tuve espadas de juguete de plástico, de bambú. Mis papás son médicos, no son deportistas, pero siempre me han dado mucho ánimo. Aunque son armas, estas no tienen filo, no cortan, ni pinchan. Ellos, y mi familia en general, están muy contentos con mis resultados y lo que me piden es que «siga ahí», pero sin dejar de ser al mismo tiempo una buena estudiante.
—¿Por qué prefieres el sable?
—No me lo puedo explicar, pero me siento mucho más cómoda con esa arma que con la espada o el florete. He sentido como voy dominándola más y más cada día, para poder tocar al contrario. Se lo debo a mi profesor Héctor Cisneros, quien ha sido muy exigente conmigo.
—¿Qué opinas de la esgrima cubana?
—Creo que es un deporte que debería darse a conocer más a los jóvenes. Es muy costoso, porque todo lo necesario, hasta las espadas, hay que comprarlas fuera del país, pero los deportistas no nos damos por vencidos y nos esforzamos por estar siempre entre los mejores del mundo.
—¿Hasta dónde piensas llegar?
—Mi sueño es integrar el equipo nacional de esgrima, y después convertirme en una campeona olímpica.
—¿Cuál consideras tu figura favorita en la esgrima?
—La sablista Ana Fáez, del equipo nacional, es mi ídolo. Santiaguera como yo y tuve la oportunidad de conocerla. Ella me ha dado consejos muy importantes y los seguiré al pie de la letra.