Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¡Qué coraje!

Las ciclistas cubanas Lisandra Guerra y Marlies Mejías han demostrado su entrega sobre ruedas, en estos Juegos

Autor:

Yurisander Guevara

GUADALAJARA.— Hay momentos en el deporte que nunca podrán olvidarse. Medallas que sin importar el color, dicen mucho de las actitudes de los atletas, quienes lo dan todo en pos de su bandera.

Ese es el caso de las ciclistas cubanas Lisandra Guerra y Marlies Mejías. La primera, con un oro a golpe de valor y un séptimo lugar tan digno como su metal áureo.

Recordemos que Lisandra tuvo que ser atendida el pasado martes al quedar casi inconsciente en la semifinal de la velocidad, y luego, tras una recuperación de minutos, se lanzó con todo y dio a nuestro archipiélago tamaño alegrón con su título. Ahí mismo la matancera nos aseguró que lucharía por otro primer lugar en el keirin.

Pero un percance con la mexicana Sofía Arreola la hizo rodar por la madera del velódromo, y en un instante se esfumó la sonrisa de todos los cubanos que allí estábamos. Sin embargo, a pesar de tener fuertes golpes en la cadera y el codo izquierdo, Lisandra se puso en pie y salió como un bólido. Entró última, pero su endemoniado embalaje mostró que nunca se rendirá.

El mismo ejemplo de Lisandra fue seguido por Marlies, la jovencita de 18 años que obtuvo el bronce en la más exigente prueba del ciclismo en pista: el omnuim.

Marlies había tenido un noveno lugar en la carrera por puntos, segunda entre las seis pruebas del omnuim. Con tan discreta marca, estaba obligada a levantar si quería al menos colarse en el podio. Ya no se trataba de la medalla de oro, sino de sumar una presea para la delegación, de esas que algunos no cuentan, pero valen muchísimo en términos humanos.

Tocó el turno a la persecución individual, y Marlies puso todas sus fuerzas y un poco más en los tres kilómetros de recorrido. Al terminar, cayó desfallecida. Pero en medio de su letargo, Marlies nunca tuvo en mente rendirse.

Al volver en sí, la cubana aseguró que continuaría, ¡que llegaría al podio! Y tal como lo dijo, lo cumplió.

En el scratch, la penúltima prueba del omnuim, se colocó a un punto del tercer lugar. Luego, destrozó los 500 metros contrarreloj para ocupar el primer escaño y así encaramó a Cuba en el podio de una disciplina de estreno en los Juegos.

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