Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La Serie Nacional de Béisbol toca a las puertas

Desde este espacio JR mantiene abierta la invitación a la polémica sobre el béisbol cubano, esta vez invita a concentrar las reflexiones en la próxima temporada

Autor:

Juventud Rebelde

Foto: Ángel Yu Un mar de mensajes ha inundado nuestro buzón desde que invitamos a los lectores a polemizar sobre el béisbol cubano, tras la derrota frente a Estados Unidos en la final de la Copa del Mundo celebrada en Taipei de China. Y casi todos coinciden en un aspecto: no es que se haya acabado el mundo, pero hay que mirarse por dentro. Cualquier fracaso en la vida marca un punto y aparte, y las justificaciones nunca conducen a nada.

El momento, además, es ideal para el estudio, ahora que una nueva Serie Nacional nos toca a la puerta. Por ello, les propongo pasar la página del Mundial y concentrarnos en lo que viene. Esta esquina estará abierta durante toda la temporada y usted podrá leerla cada martes. Aquí encontrará opiniones de todo tipo, pues en Cuba hay tantos «libritos» de pelota como recetas de cocina.

Por cierto, algunos remitentes confiesan que no entienden por qué damos crédito en nuestra página a los aficionados. Y les respondo con una pregunta: ¿existe mayor sabio que el refranero popular? Es cierto que muchas personas destilan demasiada emoción a la hora de expresar sus criterios, pero ni siquiera los periodistas logramos contener siempre a ese fanático que llevamos dentro.

En fin, siéntanse cómodos en este espacio y ayúdennos a tomarle el pulso al inminente campeonato. Esta vez, el juego táctico estará bajo la lupa, pues casi todos estamos de acuerdo con que nuestro equipo nacional se vio sin muchas ideas en Taipei de China. Sobre este aspecto, de suma importancia cuando ya los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 se ven en el horizonte, hemos recibido múltiples observaciones. Los dejo con algunas de ellas. Léanlas con detenimiento y díganme si no valen la pena.

«Comúnmente, vemos a la inmensa mayoría de nuestros bateadores realizar swines grandes, y así pierden la noción de la trayectoria que trae la pelota. El hecho de soltar la mano derecha al batear (no vi hacerlo a los peloteros norteamericanos en el Mundial) creo que es otro defecto. Tuve la oportunidad de jugar pelota organizada durante gran parte de mi juventud y con solo 140 libras conectaba grandes batazos. Como anécdota puedo decirles que muchas veces había dificultades con los implementos y teníamos que inventar. Por ejemplo, para lograr fuerza al bate utilizábamos un neumático de automóvil en desuso, lo colocábamos de canto (con la zona de rodamiento de frente al bateador) y golpeábamos con el bate haciendo swing con fuerza, tratando de evitar lo más posible el rebote del bate. Así, indiscutiblemente ganábamos mucho en la fuerza necesaria a la hora de batear». (Manuel Rodríguez, vecino de la zona 7, en Alamar, Ciudad de La Habana)

«Creo que para que nuestro béisbol no se estanque hay que eliminar tabúes, sobre todo en el dominio del pitcheo. Por ejemplo, los abridores nunca relevan y cada relevista tiene una función en el juego. Me horroriza oír que fulano es el mejor cerrador del equipo. Los equipos no tienen ni mejor ni peor cerrador, tienen uno solo, y cuando este no cumple su función lo sacan de ese puesto y ponen a otro. Me horroriza oír al principio de un juego que el director ha dicho que hoy el primer relevista será fulano y el segundo zutano. No puede ser. El relevista entra de acuerdo con cómo esté el juego y en el inning en que salga el abridor, cosa que no puede determinarse antes de comenzar un partido. También me horroriza escuchar a un comentarista pedir en un juego de mitad de temporada que se traiga al mejor lanzador para sacar un out en el noveno “porque el que hay que ganar es el de hoy y mañana se verá”». (Ismael Sene, miembro de la sociedad americana de investigadores del béisbol)

«Creo que debe dirigirse más osadamente. Recuerdo al Japón del Clásico Mundial, con un Ichiro Suzuki de primer bate en los tres primeros partidos y luego llevado al tercer turno, más adecuado para ese equipo. También está el caso de Fukudome, un tremendo bateador que comenzó como regular y terminó en el banco, del que lo sacaron en dos oportunidades como emergente, una frente a Sudcorea y otra frente a Cuba, y en ambas ocasiones dio batazos claves. Un director debe saber en qué momento poner o quitar a cada hombre. Y no es cosa del azar o la intuición, tiene que estudiar las características de su equipo». (Dr. C. Karel Pachot, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Oriente).

«Es muy difícil que los serpentineros de puntería puedan especializarse en relevos intermedios o cortos en los equipos de la Serie Nacional, pues los mentores tienen en su nómina a tres o cuatro tiradores de calidad, y el resto no es de total confianza. ¿Cómo prescindir, por ejemplo, en Holguín, de los servicios de Aroldi Chapman, o en Camagüey de Elier Sánchez, para convertirlos en cerradores, si esos conjuntos apenas tienen pitcheo abridor? Creo que por ahora el entrenamiento de la preselección nacional será la única base para formar relevistas intermedios y cerradores. De lo contrario, no podríamos prescindir en el equipo Cuba de hombres como Yolexis Ulacia, José Ángel García u Odrizamer Despaigne, por solo mencionar algunos, los cuales sí son “apagafuegos” el año entero. En la vida hay que ser consecuentes todo el tiempo». (Lázaro Alfonso Díaz Cala, trabajador del Banco Financiero Internacional de 5ta. B y 6, Ciudad de La Habana)

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