Se sabe que los chinos son muy originales, así que un bodeguero de Heyuan no hizo más que confirmarlo. Resulta que, después de mucha táctica y estrategia, atrapó a la rata que le comía el arroz y, en lugar de lincharla, le amarró sus paticas y colocó a su lado carteles que decían: «No soy capaz de más. Así me mates a golpes, nunca admitiré que me robo tu arroz», y «Juro que no lo vuelvo a hacer». Como, al parecer, el roedor salvó su vida, esperemos, por su bien, que se haya rehabilitado.