Un joven de 23 años, que declara tener doble personalidad, confesó a las autoridades de Leechburg, Pensilvania, haber robado un restaurante chino, luego de haber leído la noticia en la prensa y darse cuenta de que él, o mejor dicho, su otro yo, había sido el responsable.
En su confesión a la policía, el muchacho dijo recordar solo una discusión que tuvo con el mesero.
Al parecer, según su vaga declaratoria, después de ese momento sufrió una pérdida momentánea de la memoria, y cuando la recuperó estaba jugando videojuegos en casa de un amigo.