Por más de un año, Richard Barry, un papá primerizo del Reino Unido, trabajó en un carrito que compró en un mercado de objetos usados, para convertirlo en un poderoso artefacto de entretenimientos para su bebé. Luego de pintarlo de naranja y negro simulando la piel de un tigre y de instalarle unas ruedas todoterreno, Barry le incorporó al juguete lo último en tecnología: potentes luces, equipo de DVD portátil, reproductor de MP3; y por si fuera poco, algo que su esposa de seguro disfrutará mucho, un calentador de biberón, para que el pequeño tenga siempre tibia su leche.