Esa es, literalmente, la firma que aparece en el documento de identidad de César Vega, un joven paraguayo de Alto Paraná. Corto de luces o demasiado acostumbrado a obedecer sin chistar a la autoridad, César recibió esa instrucción de la oficial de policía que estaba procesando su caso y la cumplió sin siquiera pensarlo dos veces. Escribió exactamente «sin salir del cuadro». Lo más curioso es que nadie se dio cuenta de semejante necedad… ¡y lo dejaron llevarse el carné a casa!