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Pobres Criaturas Autor: Juventud Rebelde Publicado: 04/03/2024 | 08:51 pm
SI pretendemos seguir la ruta de las últimas semanas y aumentar un poco las tensiones, no podemos dejar fuera la película que ocupa el segundo puesto en la lista de nominaciones de los premios Óscar 2024, que se celebrará el domingo próximo. Pobres criaturas (Poor things en inglés), estrenada el 8 de diciembre de 2023 en Estados Unidos, llegará a la gala con un total de 11 nominaciones, incluidas Mejor director y Mejor película.
La nueva película de ciencia ficción del director griego Yorgos Lanthimos, nos presenta una joven cuyo cuerpo fue rescatado tras su suicidio y llevado a casa del doctor Godwin Baxter (Willem Dafoe). Dentro de una sociedad cristiana, en la cual el suicidio se consideraba locura o delito, y consciente de que aquella joven había tenido sus motivos para quitarse la vida y, por tanto, devolvérsela era absurdo; God decide tomar el cuerpo de Victoria Blessington como experimento y trasplanta el cerebro del bebé que llevaba en el vientre al cuerpo de ella.
Al reanimarla, cobra vida Bella Baxter (Emma Stone), a quien mantiene dentro de su casa y bajo investigación de su progreso diario. Para ello contrata a uno de sus alumnos, Max McCandles (Ramy Youssef), pero desde el primer día que vio una «retrasada tan bonita», se enamoró perdidamente y tras pasar varios días juntos le propone matrimonio.
Bella está más interesada en descubrir el mundo exterior, en sentirse libre de actuar como quiere sin preocuparse por el qué dirán, en explorar lo desconocido y poder diferenciar lo que está bien y lo que está mal. De esta forma, decide irse de aventuras con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), a pesar de reconocer que con él no se encontraría a salvo y que sus intenciones no eran buenas, pero sería una experiencia «interesante».
Bella no solo desea descubrir cada aspecto de la existencia, sino también comprender su propósito al existir y, sobre todo, qué debe esperar del mundo partiendo de su insaciable necesidad de disfrutarlo. Es una criatura impulsiva, su talla y edad biológica son de un adulto, mientras que su cerebro y su comportamiento son de un bebé. Por lo tanto, tiende a ser desesperada, cruel en ocasiones y casi siempre libre de ataduras. Esto último debido a que, según su visión de las cosas, «no hay nada que temer y que no merezca ser disfrutado».
Godwin y Max dedican su tiempo en analizar el avance cerebral de Bella, pero ella corrompe sus investigaciones al descubrir que su cuerpo es totalmente sensorial. Desde ese momento se toma como punto de partida la masturbación para dirigirnos hacia una visión sobre la libertad y la falta de cualquier tipo de ataduras.
Bella puede que sea ingenua, pero nunca inocente. Está consciente de todo lo que hace y de las decisiones que toma. Tanto que no se limita de contarles a los demás las cosas que hizo, y la naturalidad con que lo hace es la mayor prueba de que no tiene intenciones de encajar en la «sociedad educada». Nada le da vergüenza ni culpa, y eso le proporciona su propia individualidad y libertad, construidas a través del rechazo al compromiso o a la posesión directa de cualquier ser humano sobre ella.
Yorgos Lanthimos se apoyó de elementos cinematográficos para expresar cómo la protagonista viaja desde la oscuridad hasta la plenitud de su existencia. Las primeras escenas del filme se aprecian en blanco y negro, sobre todo cuando Bella permanece en casa de Godwin y bajo su protección. Hasta ese momento para ella el mundo es ese pequeño pedazo de casa, no conoce el bien y el mal que hay detrás de la puerta.
Luego se produce un salto abismal hacia el color cuando Bella sale al exterior y se siente libre y exploradora de la realidad. La pantalla se ilumina con colores extravagantes que van desde los vestuarios hasta los paisajes, e inevitablemente se satura la obra con tanta sobrecarga de fantasías, lo cual hace que la rareza de Bella se reduzca en ese ambiente; pero cabe destacar que tal vez la idea del director fue transmitirnos la sensación que tiene Bella al contemplar el novedoso mundo exterior por primera vez. De este modo, Lanthimos bombardea al espectador con imágenes deformadas por lentes de ojo de pez, zooms violentos y amplios escenarios construidos bajo la digitalización.
Yorgos Lanthimos
Ficha más que técnica
Desde 2009 el director griego de cine y teatro comenzó a llamar la atención en la industria cinematográfica surrealista con Canino, por la cual recibió varios premios en los festivales de Cannes y Sitges. Le siguen Alps (2011), Langosta (2015), El sacrificio del ciervo encantado (2017) y La favorita (2018); esta última portadora de un Óscar en la categoría de Mejor actriz para Olivia Colman. Esta vez, en Pobres criaturas, con un total de 11 nominaciones en los premios Óscar 2024, el director aumenta considerablemente las posibilidades de atesorar alguno de ellos.
El papel protagónico estuvo bajo la responsabilidad de Emma Stone, dándole vida al complejo personaje de Bella Baxter. La actriz estadounidense de 35 años ha sido reconocida con numerosos premios y nominaciones (entre Óscar, Bafta, Globo de Oro y SAG) por sus actuaciones más conocidas: The Amazing Spider-Man (2012), The Amazing Spider-Man 2 (2014), Birdman (2014), La La Land (2016), La favorita (2018), Cruella (2021), entre otras. Tal vez Bella le proporcione su segundo Óscar en la categoría de Mejor actriz, nominación que comparte con otro grupo de grandes actrices.
Willem Dafoe interpreta a Godwin Baxter, el doctor que estuvo a cargo de darle una nueva vida a Victoria tras su suicidio. Uno de los aspectos más sobresalientes de este personaje radica en su aspecto físico, pues su cara está distorsionada y llena de cicatrices que en un primer momento pueden ser incómodas, pero con el transcurso de los minutos pasan a ser una simpleza en comparación con otros elementos fantásticos.
No dejes de saber
Pobres criaturas está basada en la novela homónima de Alasdair Gray que fue publicada en 1992. Aunque en la película el cineasta griego renuncia a emplear el dispositivo literario de la narración en primera persona, más allá del cambio a una perspectiva más externa, se mantiene fiel al libro, desplegando una contundente, satírica y grotesca crítica al modo en que las sociedades modernas oprimen al individuo, en particular a la mujer.
El diseño estético del personaje protagónico de Bella estuvo inspirado parcialmente en una obra del pintor y grabador contemporáneo Egon Schiele de 1911 llamada Chica desnuda de pie con pelo largo y negro y cortina azul negra. Por otra parte, la propuesta de interpretar a este personaje llegó a Emma Stone mientras ella y Lanthimos se encontraban trabajando en el rodaje de La favorita, estuvo tan atraída al proyecto que también se vinculó a él como productora.
Para establecer el tono de la película, así como las sensaciones que esta debía evocar al espectador, el director le dio al guionista, Tony McNamara, tres películas como referencia: Y la nave va (1983), Bella de día (1967) y El jovencito Frankenstein (1974). En cuanto al enfoque cinematográfico, la mayor inspiración e influencia fue Drácula de Bram Stocker (1992) de Francis Ford Coppola. Recurrieron también a técnicas cinematográficas como las perspectivas falsas, fondos, escenarios y cielos artificiales, miniaturas, aceleración de la cámara, efectos de iluminación, entre otros.
Reproducir la plaza de París en invierno, las calles de Lisboa o el crucero, trasladó al equipo de diseño de producción de la película hasta los estudios de sonido más grandes de Hungría: Origo Studios y Korda Studios. Y es que tan solo el escenario de Lisboa ocupaba 52 metros de largo por casi 20 metros de alto.
Para interpretar al Dr. Godwin Baxter, el actor Willem Dafoe debía someterse a un proceso de caracterización de seis horas. Había que recrear su rostro desfigurado y mutilado debido a los experimentos que había realizado con él su padre. Por lo que Dafoe llegaba al departamento de caracterización a las tres de la mañana para poder estar a punto a lo hora del inicio del rodaje.
