El pasado 27 de febrero arrancó en Pinar del Río la gira Se formó la guajirá, que como parte ya del Cubadisco 2010 ha organizado el investigador, narrador, poeta y repentista Alexis Díaz Pimienta, quien ha contado con el apoyo de diversas instituciones, empezando por el Instituto Cubano de la Música.
Uno de los empeños con esta propuesta es renovar el género campesino: «Modificar la visión que la gente tiene del repentismo, que es bastante anquilosada, y demostrar que es un género muy rico que puede llegar a todos los públicos, incluido los más jóvenes», afirmó Alexis.
Y para ello acudirá a varios mecanismos en los que confía: decorado nada convencional, elementos performativos y un repertorio nuevo en un 95 por ciento, porque «llevamos 40 o 50 años cantando las mismas canciones; clásicas, sí, pero las mismas. Creo que hay nuevas generaciones que necesitan de otra propuesta musical».
La gira que se extenderá hasta el 4 de abril no es lo único que en este Cubadisco, dedicado a la música campesina, se extenderá por todo el país. Del 1ro. al 15 de mayo, empezando por el oriente cubano, se llevará a cabo la canturía más larga del mundo. «Intervendrán —dice Alexis— todos los improvisadores que lo deseen y muchos de los que nos visiten por esos días. Existe una buena cantidad de interesados, solo hace falta que cuenten con recursos económicos para venir».
Esta canturía comenzará a las ocho de la noche de un día hasta 24 horas después, y en cada lugar se podrán organizar festejos según las características de la zona. Lo importante es que se convierta en una fiesta de la música campesina.
Díaz Pimienta califica como una gran paradoja que el Cubadisco se dedique al repentismo cuando los improvisadores cubanos no tienen discos. «La deuda que tiene la industria discográfica con la música campesina y el repentismo es enorme. Espero que esta paradoja sirva para tocar conciencias y que no siga pasando lo que ha ocurrido en los últimos 20 años: cada vez participan más repentistas en eventos internacionales, cada vez se ganan más el respeto y el prestigio... y no tienen discos; llevan producciones caseras.
«Los últimos discos datan de los años 80. Y esto sucede en el mejor momento del repentismo, con tantos cultivadores, tanta variedad, tanta calidad», comenta el mayor y más constante promotor de la improvisación en Cuba.