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El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa subrayó que en Isla de la Juventud se aprecia una perspectiva positiva en la estrategia de producción de alimentos, pero «está todavía lejos de lo que necesita el territorio y el país, aunque se trabaja duro. Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 14/08/2021 | 06:34 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— El vicepresidente Salvador Valdés Mesa realizó este sábado una visita de trabajo en territorio pinero para evaluar la estrategia del sector agrícola, la producción de alimentos y otras tareas vinculadas al desarrollo local.
Valdes Mesa insistió en la urgencia de dinamizar la economía y ajustarse a la política de comercialización del país, aprovechando todo el potencial local.
El recorrido incluyó áreas productivas del territorio, como el organopónico Las Celia, donde insistió en que deben utilizarse las mejores semillas para incrementar calidad y rendimientos de los cultivos que tributan a la alimentación del pueblo.
También visitó el módulo pecuario de La Reforma, donde sugirió hacer proyectos para la sostenibilidad del trabajo en aras de garantizar calidad de la crianza, mayor gestión para obtener y procesar buenos alimentos y velar por la sostenibilidad del agua y la sombra que necesita el ganado menor, tanto aquí como en otros módulos de este Municipio Especial, llamados a proveer de carne de origen ovino, avicola y cunícula a las comunidades cercanas.
El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa subrayó que en Isla de la Juventud se aprecia una perspectiva positiva en la estrategia de producción de alimentos, pero «está todavía lejos de lo que necesita el territorio y el país, aunque se trabaja duro.
«Tenemos insatisfacciones en lo relacionado con los Cultivos Varios, talón de Aquiles del territorio, ya que exhibe resultados por debajo de los promedios que se alcanzan en el país en los programas de Soberanía alimentaria y Educación para la nutrición, asunto que hay que resolver a corto plazo», recalcó.
Tras el recorrido, en declaraciones a la prensa Valdés Mesa reconoció el ligero avance en medio del complejo escenario socio económico y político que vive Cuba hoy, donde la producción de alimentos es prioridad y para lo cual se garantiza el apoyo a las inversiones, equipos y combustible, pero todavía estamos por debajo de lo que necesitamos, acotó.
«Hay que crecer con celeridad en la producción de alimentos. En la Isla hay tierra, agua y brazos. Es verdad que los suelos no son categoría I ni II, pero sirven: hay es que regionalizar los cultivos de acuerdo a sus rendimientos», precisó.
El objetivo no debe centrase solo en el autoabastecimiento, porque la condición de doble insularidad de este municipio le impone además una demanda de intercambio con otras provincias, y debe aportar al turismo y la exportación en aras de generar más ingresos para que las empresas sean sustentables, lo cual redundará en mejores salarios para los trabajadores, productores, cooperativistas, insistió.
«Todo eso es posible. requiere constancia, organización, integración, conciliación; desarrollar el pensamiento económico con eficiencia y mucho trabajo», precisó Valdés Mesa, y recalcó que la fuente fundamental para el éxito está en el ahorro en todos los sentidos: económico, financiero, de recursos, materias primas… y mejor uso de la fuerza de trabajo para lograr altos rendimientos.
En ese sentido, reconoció entre las potencialidades pineras la ventaja de tener abundante suelo, muchos subutilizados o poco explotados. Apuntó al poco aprovechamiento de ese recurso, a las posibilidades de rotación de cultivos y la cantidad de embalses, que garantizan agua para diversos sistemas de riego, entre ellos 21 máquinas de uso eficiente.
Hay que aprovecharlo al máximo, dijo. Si es necesario, hacer una reubicación de esos sistemas hacia áreas de mayores rendimientos, sobre todo para producir viandas y otros cultivos básicos tanto para la alimentación de los humanos como de los rebaños, subrayó.
El vicepresidente Valdés Mesa llamó a los pineros a transformar la realidad productiva hacia formas de gestión más eficiente, mejorar la estrategia, vincular más usufructuarios a las tierras ociosas, sobre todo las que cuentan con riego mecanizado, y aprovechar las novedades en la comercialización agrícola para incentivar la producción, especialmente en la ganadería.
