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Dayán sabe cuándo darle el punto al azúcar

Con 28 años de edad, Dayán Morejón Elías realiza un oficio centenario y muy respetado en el central Jesús Rabí, de Calimete, en Matanzas. Lograr el mejor azúcar y la cristalización óptima del grano es su responsabilidad. Como reconocimiento a su ejemplar desempeño fue elegido delegado directo al 11no. Congreso de la UJC

Autor:

Hugo García

Calimete, Matanzas.— Dayán Morejón Elías es un joven fornido que tiene en sus manos la posibilidad —y la responsabilidad— de lograr azúcar de calidad en el central Jesús Rabí, de Calimete. Como reconocimiento a su ejemplar desempeño fue elegido delegado directo al 11no. Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Su oficio de puntista es centenario en esa industria y respetado por lo que implica lograr el mejor azúcar y la cristalización óptima del grano. De tal manera, es quien establece el punto exacto del azúcar que se produce en los centrales.

Nos recuerda que al terminar el 10mo. grado se incorporó al Servicio Militar Activo y luego comenzó en el central. «Me hice puntista aprendiendo de los más viejos y te puedo decir que fue una decisión buena, que agradezco mucho.

«Aprendí en 15 días, estaba en la calle acabado de salir del “verde” y un primo me avisó que faltaba un puntista. Es de los oficios más importantes de un central. Siempre busco la eficiencia para aportar a la economía del país y he sido uno de los mejores en mi oficio en los últimos años».

—¿El secreto para ser un buen puntista?

—Eso sí no lo puedo contestar. Quien me enseñó fue un maestro del ingenio que ya se retiró, y aunque me enseñó nunca dio la «última». Seguiré descubriendo los secretos de este trabajo.

—¿Por qué te gusta la labor de noche?

—Porque de noche se hace más azúcar, lo cual no es un misterio. Lo cierto es que de día siempre se hace menos. Me han dicho que eso es por la frialdad de la noche. Además, mi esposa trabaja en mi turno como tachera y eso facilita las cosas dentro de la familia, porque trabajamos 12 horas y descansamos 24.

«En 2016 tuve un registro de 256 toneladas en una noche. Claro, en esa ocasión el central paró por el día y me dejaron los tachos llenos, entonces le dije al purgador que no podíamos parar».

Dayán es el secretario de un comité de base de la UJC integrado por 15 militantes. Sus compañeros lo seleccionaron por sus condiciones humanas, por ser disciplinado y porque como trabajador asume con mucha responsabilidad las tareas.

Le gusta la música, pero lo que más disfruta son las películas de acción. Tiene 28 años de edad, está casado y su niña ya cumplió los cuatro años.

Reitera que es un honor asistir al Congreso de la juventud, oportunidad para compartir experiencias: «Me eligieron porque siempre estoy en mi puesto y me he destacado en el trabajo.

«A los jóvenes interesados les he enseñado el abc del puntista, y a la vez ellos me enseñan de los molinos y de la meladura, porque es bueno conocer todo el proceso. Con los jóvenes que tenemos en el central estoy seguro de que cumpliremos el plan de azúcar, aquí lo que nos golpea son las roturas. Eso nos atrasa.

«Me gusta demasiado ser puntista. Me han hablado para que cambie de puesto hasta con mejor remuneración y he dicho que no, que soy un puntista de corazón».

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