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Energía joven concentrada en el panel

La empresa de Componentes Electrónicos Ernesto Che Guevara, de Pinar del Río, se enfrasca en ampliar las líneas de producción que más necesita el país

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— A Componentes Electrónicos se le conoce en todo el país como la fábrica en la que se ensamblan los paneles solares. Y aunque esta no sea su única producción, es de las más distintivas e importantes, sobre todo cuando la energía fotovoltaica adquiere cada día mayor relevancia en la Isla.

Estos módulos y las cocinas de inducción constituyen las producciones de encargo estatal que ejecuta la empresa.

Al decir de su director general, el ingeniero Iván González Pita, en 2015 se lograron fabricar poco más de 62 000 paneles, lo que significa 15,5 megawatts; para este año tienen otra vez la misión de producir 60 000 unidades, dirigidas al programa nacional de montaje de campos de generación fotovoltaicos.

El directivo enfatizó en que de cara a 2030 se planifica la instalación en el país de 700 megawatts de paneles para la generación de energía eléctrica.

A partir de este interés nacional, Componentes Electrónicos está en un proceso de ampliación. «Tenemos un proyecto de extensión de esta línea de producción. Prevemos construir una fábrica que pueda producir 200 000 paneles dirigidos al programa estatal, lo que sería 50 megawatts al año», comenta el director.

El proyecto, aún en definición, debe comenzar a ejecutarse en 2017 e incluye, según refirió González Pita, una fábrica completa: «Lleva un laboratorio para garantizar la calidad, una base de almacén, toda la logística; otras producciones que apoyan, como una línea de conformados de aluminio, una de producción de inversores y reguladores, y una para la obtención de las partes plásticas que lleva el módulo fotovoltaico».

La idea es fabricar en Cuba todo lo que sea posible, en aras de disminuir los costos. «Solo traeremos los elementos básicos que no se pueden producir aquí, como la celda y el cristal. El nivel de automatización sería bastante alto; se necesitarían ingenieros y técnicos, y esa fuerza de trabajo calificada ya está demandada», agregó.

Por su parte, Leonardo Francisco Rodríguez Triana, director de la unidad empresarial de base (UEB) Energía fotovoltaica, precisó que trabajan con máquinas automáticas que se dedican a la soldadura de la celda, que es la composición inicial del módulo.

Al referirse a los proveedores dijo: «Tenemos pensado hacer contratos con otros, pero siempre con la raíz de Haier, que ha sido un distribuidor de materias primas muy serio, aunque buscamos abrirnos al mercado con otras ofertas».

Uno de los trabajadores de esta línea, Juan Carlos Aguilar Rodríguez, de 37 años y 15 en la UEB, explicó que utilizan nuevos equipos capaces de eliminar cualquier tipo de defecto de fábrica. «Con eso garantizamos que nuestra producción pueda tener aproximadamente 20 años de garantía. Hay que resolver problemas de condiciones de trabajo; con el incremento de la productividad y la adquisición de la máquina de soldadura automática, eso se puede hacer», precisó.

Entre muchos más componentes

Además del encargo estatal, este último cuatrimestre la empresa comenzará a producir los primeros 5 000 sistemas aislados de generación de energía a partir de la fotovoltaica.

«Ello responde a que en el país existe un grupo de viviendas a las que no llega la electricidad, y se planteó la necesidad de beneficiarlas. A esos hogares, en su mayoría rurales, se les va a instalar un sistema que cubre las necesidades de cinco puntos de iluminación, y da la posibilidad al usuario de que pueda, además, usar un radio o un televisor pequeño. Esta producción debe comenzar a finales de septiembre», añadió el Director general.

La UEB de Equipos electrónicos es otra de las que no cesa en el trabajo. Incluye líneas de ensamblaje de luminarias LED para el mercado nacional, de intermitentes para carros y reguladores de voltaje en la línea de protectores de refrigeración.

Una de las líneas más conocidas de la empresa a nivel nacional es la de ensamblaje de respaldos de alimentación (UPS, por sus siglas en inglés) para computadoras.

Duniel González Blanco apenas tiene 22 años y desde hace cuatro labora aquí. «Normalmente me desempeño como técnico en hornillas de inducción, pero hoy apoyo en el ensamblaje de las UPS. Me toca poner el transformador, ubicar el cable de línea y atornillar. Cada uno tiene definida su tarea.

«Comienzo mi jornada a las 7:50 a.m. y concluyo a las 5:20 p.m.. En este tiempo debo repasar unas 600 UPS aproximadamente», explicó.

La directora de calidad de la empresa, Ana María Crespo García, argumentó que el centro se ha visto fortalecido con el ingreso de jóvenes graduados, en su mayoría provenientes de tecnológicos. «Vienen con una formación primaria que se enriquece en la práctica, ya que aquí tenemos concebido un sistema de trabajo que favorece ese aprendizaje», acotó.

«Existe un sistema de gestión de la calidad que evalúa constantemente las labores, y además del encargo estatal, tenemos otras cinco producciones que son de carácter selectivo: los protectores, las UPS, las luminarias LED, los consumibles de impresión y las plantas de tratamiento de agua».

Cada día por las manos de los jóvenes que laboran en la UEB de Consumibles de impresión pasan entre 700 y 800 tóneres para impresoras láser. Unos ensamblan, otros rellenan la tolva de carga con el polvo monocromático... Mientras conversan con este diario, los van acumulando según pasan por la estera. No tienen tiempo para jaranear; cada uno se dedica a lo suyo. Un minuto que se pierda retrasa el trabajo de alguien más.

Florentino Marrero García, director de esta UEB, aseguró que la estabilidad en la entrada de las materias primas este año ha ayudado a la productividad de los muchachos.

«Lo más importante es que contribuimos a la sustitución de importaciones al abastecer a varias empresas mayoristas», puntualizó.

Otras notas esenciales

José María Pérez Monterrey, director de Capital humano y fundador del centro, explica que «el plan de ventas es superior a los 37 millones de pesos, y desde 2014 existe un crecimiento exponencial de diez millones que teníamos en 2013; ello, gracias a los módulos fotovoltaicos», puntualizó el directivo.

Otros datos que muestran la eficiencia de la empresa este año son las 85 000 cocinas de inducción previstas, las 90 000 fuentes o respaldos de alimentación, las 200 000 luminarias LED de gran durabilidad y ahorro, las 14 800 unidades de magnetizadores de fluidos y tres plantas de tratamiento de agua.

En el caso de las cocinas de inducción, el Director expresó que la empresa pidió que les fueran otorgadas para cubrir las capacidades productivas que tenían. «Este es un producto de la industria electrónica, y como existe un encargo estatal de 284 000 unidades, solicitamos nos dieran 85 000 y estamos cumpliendo con eso».

José María enfatiza en el resto de las UEB que complementan los resultados de la Che Guevara, entre las que están la de Producciones plásticas, la de Tratamiento de fluidos e innovación, y las UEB de Mantenimiento y logística.

El pago por resultados favorece a los trabajadores con un salario medio mensual que oscila los 916 pesos. Con la contabilidad certificada en la institución, más de la mitad de los trabajadores tienen menos de 40 años, en un colectivo en el que se agrupa la experiencia de los veteranos con las nuevas generaciones, pues otros 107 son fundadores.

Velar por una producción acorde a las necesidades actuales en una rama como es la electrónica implica un elevado compromiso con el desarrollo del país. Cuba necesita de centros como este.

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