«Tenemos un sistema estadístico robusto y consistente; nuestras cifras de población son fiables, y ello se ha demostrado en diversas ocasiones con indicadores que, sin dudas, constituyen punto de partida para valorar el grado de desarrollo del país en diferentes esferas, como pueden ser la educación, la economía y la salud».
Así aseguró Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadística e Información, a representantes del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), especialistas del Ministerio de Salud Pública (Minsap), y otras entidades del país, minutos después de mostrarse los resultados del reciente estudio nacional realizado para evaluar la calidad de las estadísticas de mortalidad materna en el país.
No es posible entonces, agregó el experto, que se sobrestimen determinados resultados como los concernientes a la mortalidad materna, ni que sean organismos internacionales los que tasen información de la realidad cubana, cuando es perfectamente posible hacerlo en nuestro contexto a partir de nuestro sistema estadístico validado.
El informe de la investigación precisa que el grupo interagencial compuesto por la Organización Mundial de la Salud, UNFPA Unicef, y el Banco Mundial, junto a otros sectores académicos, han desarrollado modelos estadísticos de estimación de tasas de mortalidad materna, a partir de la aplicación de ajustes a las tasas reportadas.
Se agrupan a los países según criterios de calidad de sus registros civiles, asignación de causas de muerte y otras variables, y como resultado de un estudio publicado en 2013 por el Grupo Interagencial para la Estimación de la Mortalidad Materna de las Naciones Unidas, Cuba calificó entre los países de buena información, pero sin investigaciones sobre defunciones de mujeres en edad fértil documentadas para este Grupo, con lo que se corrigieron los datos de origen por un factor de ajuste de 1.5.
El mencionado valor representa la media de los resultados de estudios que han realizado otros países y para el caso del nuestro, amplifica más de lo razonable el indicador, agregó Alfonso, quien ponderó la ejecución del estudio nacional, a partir del cual se ratifica que la medición de la mortalidad materna en el país es fiable y susceptible de reducción.
«Son nuestras cifras las que deben ser consideradas en cualquier análisis global y las que deben ser utilizadas en cualquier reporte de información en los diferentes medios de comunicación y otras entidades», acotó.
Con certeza y más confianza
Con frecuencia se realizan en el país estudios de calidad de las estadísticas debido a su utilidad en la producción de información y en el desarrollo del propio trabajo dirigido a reducir indicadores tan sensibles como pueden ser los de mortalidad de mujeres en edad reproductiva.
La Doctora en Ciencias Miriam Alicia Gran Álvarez, de la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud del Minsap, lideró la investigación que, con carácter nacional, analizó el universo de las defunciones femeninas en edad fértil acontecidas en el 2013, con el objetivo de identificar la magnitud más razonable para el ajuste de la tasa, utilizando la metodología de los estudios Ramos (Reproductive Age Mortality Survey)
«Trabajamos el universo de las 2 731 mujeres reportadas fallecidas en edad reproductiva, de 12 a 49 años, mediante la búsqueda activa de muertes maternas y, a partir de la aplicación de formularios que captan datos de historias clínicas y de otros documentos de la atención medica, así como autopsias verbales con familiares y personas cercanas.
«La mortalidad en las mujeres en edad reproductiva se registró en los grupos de edad más avanzada, en coherencia con las causales de muerte del país, y solo se reportó por el estudio una muerte materna más que por el registro continuo, acontecida después de la etapa del puerperio.
«Se comprobó que los datos emitidos en 2013 eran correctos y el factor de ajuste resultante del estudio Ramos, es para Cuba de 1.02 y no de 1.5».
Gran Álvarez aseguró que este tipo de estudio se pretende ejecutar anualmente, aunque se mantenga la rigurosidad en la obtención de las estadísticas relacionadas con los indicadores de la mortalidad en el país.
«Con esta investigación demostramos lo injusto de la aplicación de un factor de ajuste inadecuado a nuestra realidad y abogamos por la publicación de la tasa de mortalidad que emite Cuba a partir de sus sistemas de información. No se debe hacer uso de unos datos estimados y afectados por la aplicación de un factor de ajuste proveniente de otros estudios o supuestos metodológicos».
Alba Virginia Camacho, asesora regional en Salud sexual y reproductiva del Fondo de Población de Naciones Unidas en la oficina regional de Panamá, elogió esta ratificación de la calidad de los datos que ofrece Cuba a través de su sistema estadístico.
«Este estudio revela el gran compromiso del país en identificar y evaluar los casos de muerte materna para organizar una respuesta cada vez más adecuada y eficiente en pos de lograr su reducción.
«El desarrollo de esta metodología nos permite además contar con un equipo de alto nivel que puede ayudar a implementar estudios similares en otros países».