Pese al amanecer nublado hubo niños también en el desfile. Autor: Otoniel Márquez Publicado: 21/09/2017 | 06:08 pm
ARTEMISA.— Esta mañana del Primero de Mayo muy pocos quedaron en las casas artemiseñas, pese al amanecer nublado. A lo largo y ancho de la provincia, en calles, parques y plazas los trabajadores y sus familiares dieron color a la jornada y marcharon unidos, por mantener el Socialismo y festejar con consignas, pancartas y múltiples iniciativas el Primero de Mayo, una fecha que en Cuba, a diferencia de otros países, es motivo de júbilo para quienes laboran sabiéndose habitantes de una nación donde se respetan sus derechos.
En la provincia la mayor concentración fue en la ciudad capital, precisamente en la Avenida 28 de enero, frente al Mausoleo a los Mártires de Artemisa, donde miles de trabajadores, además de desfilar, rindieron tributo a los moncadistas de esta tierra participantes en el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de Julio de 1953.
Como ya es tradicional, el bloque inaugural estuvo formado por miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y de la Unión de Jóvenes Comunistas, mientras que los campesinos, fuerza esencial del desarrollo económico de la provincia, tuvieron el encargo de cerrar el desfile.
Destacaron por la belleza, las iniciativas, el colorido, la música y el baile, los bloques del sindicato de la Construcción, Etecsa y el sindicato de la Cultura.
Cada uno de los 19 bloques se caracterizó por el colorido y las disímiles iniciativas. Niños, jóvenes y adultos protagonizaron otra jornada de pueblo, encabezados por los principales dirigentes del territorio, en especial José Antonio Valeriano Fariñas, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia y Eduardo Antonio Chiong, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el territorio.
Al concluir el desfile en todos los municipios se realizaron ferias agropecuarias y la música continúa en las plazas, con tal de que la jornada entera sea de fiesta, tal como merecen los trabajadores.