En Camagüey, un multitudinario bloque de jóvenes, estudiantes, trabajadores, federadas, combatientes, pioneros… recorrió con paso seguro, codo a codo, las principales arterias de la ciudad agramontina hasta la Plaza de la Libertad. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 05:56 pm
Este 30 de septiembre también entró a nuestra historia. En bloques masivos y multicolores, a lo largo y ancho de nuestro país, los jóvenes protagonizaron junto al pueblo trabajador la Marcha Estudiantil y Juvenil Los Pinos Nuevos contra el Terrorismo.
A viva voz o mediante pancartas, los participantes se unieron al reclamo universal a favor de la paz y exigieron que nuestros compatriotas Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero sean puestos en libertad.
Los actos de este martes coincidieron con el ingreso de los educandos de primer año de las universidades a la Federación Estudiantil Universitaria.
Siguiendo la tradición de hacer coincidir tan especial momento de la vida universitaria con el homenaje al mártir estudiantil Rafael Trejo, en la jornada recibieron sus carnés de la organización más de 30 500 jóvenes.
Marchas juveniles en todo el país
En Camagüey, un multitudinario bloque de jóvenes, estudiantes, trabajadores, federadas, combatientes, pioneros… recorrió con paso seguro, codo a codo, las principales arterias de la ciudad agramontina hasta la Plaza de la Libertad.
Allí —donde por primera vez el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz le habló al pueblo de la tierra de El Mayor, luego del triunfo revolucionario de enero de 1959—, miles de camagüeyanos reclamaron con puño firme el regreso de sus héroes Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández.
«Esta marcha es la contundente respuesta de los jóvenes cubanos y camagüeyanos al llamado de la Patria», definió la convocatoria Roberto Conde Silverio, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en el territorio, al dirigirse a la multitud reunida.
Agregó que «desde el corazón de la ciudad, con el ejemplo del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, el pueblo unido ha vuelto a tomar las calles para ratificar su decisión de defender el sistema socialista».
Liderada por las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio, la marcha devino encuentro patriótico que concluyó con una presentación cubanísima de miembros de la Asociación Hermanos Saíz.
Viaje a la historia
En Ciego de Ávila una lluvia repentina no impidió que los jóvenes desfilaran y pidieran la liberación de los antiterroristas cubanos que aún guardan injusta prisión en cárceles de Estados Unidos.
Por momentos la llovizna se trocó en aguacero, mas los jóvenes se pusieron en movimiento al oír que la marcha se efectuaría, que había que desplegar los pendones —«bien estirados, caballeros», decían los guías y presidentes de grupos—, y que todos debían agruparse en el Parque que lleva el nombre del General en Jefe del Ejército Libertador.
Desde allí salió la marcha, bendecida después por el sol insistente de estos días. A lo largo de la calle Máximo Gómez hasta el Parque Martí, en el centro de la capital provincial, la muchedumbre desfiló para recordar la fecha en que el estudiante Rafael Trejo fue herido de muerte en una manifestación contra la policía del dictador Gerardo Machado.
Pero no fue esa la única razón. Una de las principales estaba en el largo pendón que cubría la fila delantera del desfile, con los rostros de Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero, René González y Ramón Labañino. «Obama, dame a los Cinco; Obama, libéralos ya», coreaba la juventud.
Al mirar sus rostros cualquiera se daría cuenta de una verdad: la mayoría tenían casi el mismo tiempo de vida que había pasado los Cinco en prisión. Esos jovencitos habían nacido —o estaban a punto de venir al mundo— cuando los Cinco fueron hechos prisioneros y ahora, con su reclamo, eran la evidencia más palpable de cómo una idea justa pude mantenerse en la mente y el corazón de un pueblo. Esa fue la prueba de este 30 de septiembre en Ciego de Ávila.
Sin renunciar a los sueños de los libertadores
Otra impresionante manifestación de apoyo a la causa de los Cinco, de reclamo de justicia y libertad para Gerardo, Antonio y Ramón, protagonizaron cientos de adolescentes y jóvenes de Matanzas, en desfile que abarrotó la calle Milanés en el tramo entre los parques René Fraga y de La Libertad.
A esta generación le corresponde amar y defender por siempre la continuidad de la obra revolucionaria, no renunciar y hacer nuestros los sueños e ideales de nuestros libertadores, explicó sus razones para marchar Gretchin Fátima Fernández Hernández, estudiante de tercer año de la licenciatura en Español y Literatura.
Enormes banderas cubanas y de la UJC, pancartas y carteles de tipo diversos portaban los jóvenes, entre quienes se distinguían los más de 700 estudiantes del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Carlos Marx y los de la Facultad de Ciencias Médicas.
Firme convicción
Miles de estudiantes y jóvenes trabajadores de Holguín ocuparon la vanguardia de la gigantesca marcha realizada en esa ciudad, y que cubrió desde la plaza Mayor General Calixto García hasta el histórico edificio La Periquera.
Allí, en concentración popular, se reclamó al Gobierno de Estados Unidos la liberación de los luchadores antiterroristas Antonio, Gerardo y Ramón.
Al hacer uso de la palabra, Nayla Leyva Rodríguez, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas en la provincia de Holguín, ratificó la firme convicción de la juventud cubana de no ceder un ápice en ese justo reclamo, que hoy respaldan millones de personas y destacadas personalidades en todo el mundo.
Contra el terrorismo, por la paz y la justicia
En Artemisa los jóvenes también partieron bajo la lluvia, desde el fragmento de la trocha Mariel-Majana, ubicado en la Carretera Central, y enrumbaron hacia el municipio de Guanajay en marcha apretada.
En los primeros escalones del desfile casi todos eran estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas y de la Universidad de Artemisa, pero en el camino se sumaron niños y jóvenes de las diferentes enseñanzas para entre todos exigir el regreso inmediato a Cuba de Gerardo, Antonio y Ramón.
En la jornada de reclamo en la que estuvo presente Eduardo Cruz Pérez, miembro del Buró Provincial del Partido, también abogaron por la paz y el cese de las campañas subversivas contra Cuba que en los últimos tiempos han tenido como blanco a la juventud.
Justo antes de partir, 150 estudiantes recibieron el carné que los acredita como miembros de la FEU y manifestaron su total disposición de continuar en la primera línea de combate en defensa de la Revolución.
En las inmediaciones del monumento erigido a los Cinco en la ciudad natal de Carlos Baliño, se congregaron los caminantes para exigir con voz clara el regreso de nuestros hermanos antiterroristas. Allí se cantó a la justicia, a la libertad, y brillaron las voces de los muchachos del coro Voces Nacientes.
En nombre de los jóvenes comunistas artemiseños, la joven Isabela Delgado recordó cuánto se ha comprometido el pueblo cubano con la causa de los Cinco a lo largo de estos años y las acciones negativas del enemigo para intentar amilanarnos. «Ellos arriesgaron sus vidas para evitar ataques terroristas y salvaguardar las vidas de las personas inocentes», recordó.
José Carlos Martínez Lorenzo, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, precisó que actividades similares ocurrieron en el resto de los municipios, donde estudiantes, trabajadores y pueblo en general se sumaron al reclamo de justicia y recordaron a Rafael Trejo.
Las universidades siguen movilizadas
Los actos de ingreso a la Federación Estudiantil Universitaria estuvieron precedidos de intercambios con decanos, profesores y los Consejos de esa Organización a nivel de Facultad y Universidad durante las primeras semanas de curso, así como recorridos de carácter histórico por las universidades y la localidad.
En varias casas de altos estudios se realizaron presentaciones de libros y de la revista Alma Máter, se emitieron boletines y se realizaron radiobases especiales relacionados con la vida universitaria y la rica historia de la FEU.
La proyección extensionista de estos centros se manifestó también por estos días, cuando alumnos y docentes participaron en intervenciones comunitarias y competencias deportivas en comunidades.