La Universidad de Artemisa fue pionera en la reestructuración de los centros de Educación Superior. Autor: Otoniel Márquez Publicado: 21/09/2017 | 05:52 pm
ARTEMISA.— Ahora estudian en su provincia. La Universidad se les acercó y cada día le toman más aprecio a esta gran casa que se empeña en multiplicarles los saberes, en dotarlos de herramientas para entender el mundo y los procesos que en él acontecen, en hacerlos más humanos y convertirlos en hombres y mujeres capaces de asumir cualquier sacrificio en bien de los demás y de la sociedad.
A casi dos años de creada por acuerdo del Consejo de Ministros, la Universidad de Artemisa crece, se desarrolla y asume nuevas carreras para dotar al territorio de los profesionales que demanda.
El proyecto de Universidad integrada, puesto a prueba en las provincias de Artemisa y Mayabeque, y en el municipio especial Isla de la Juventud, surgió por la necesidad de optimizar los recursos materiales, financieros y humanos, previo a la extensión de la experiencia a todo el país.
Esta casa de altos estudios de nuevo tipo nació con la fusión de las cuatro filiales de la Universidad Pedagógica Rubén Martínez Villena, adscrita al Mined; los 11 centros universitarios municipales, pertenecientes a la Universidad Agraria de La Habana (UNAH) y supeditados al MES; las seis filiales universitarias municipales de la Facultad de Cultura Física, subordinadas a la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, adscrita al Inder, y la facultad de Cultura Física de la UNAH.
Se inició con cuatro facultades que, aunque en distintos escenarios, han logrado integrarse: Ciencias de la Educación Infantil (Güira de Melena); Ciencias de la Educación Media (Alquízar); y en la sede central en Artemisa se ubican Cultura Física, Ingeniería y Ciencias Empresariales (únicamente con la carrera de Cultura Física en Curso regular diurno y el resto en curso para trabajadores); y Ciencias Sociales y Humanísticas, esta última solo en la modalidad de curso para trabajadores.
Más cerca de casa
Adrián Torres Rodríguez inició sus estudios de Cultura Física en la UNAH, muy distante de su casa en San Antonio de los Baños. Por eso agradece tanto la oportunidad de tener este centro de enseñanza superior en su provincia. «En un inicio mostramos cierto recelo; estábamos acostumbrados al quehacer de allá, a los profesores, pero asumimos bastante rápido a este centro como nuestro, con la conciencia de que Artemisa, un territorio de nueva creación, necesita a sus profesionales aquí».
En esta aceptación, según señala, tuvo mucho que ver la calidad del claustro de profesores. «Casi todos son másteres o doctores, con una preparación excelente».
También para Seymi Espinosa de la Osa, estudiante de Lengua Inglesa, resulta extraordinaria la experiencia de estudiar aquí. «Inicié mis estudios justo cuando se creó la Universidad y he sido parte de todo este proceso de integración, lo cual me ha hecho sentir este espacio más mío».
Crece la universidad
El centro artemiseño, según precisó su rector, el Doctor Carlos Eduardo Suárez Ponciano, abrió sus puertas con una treintena de carreras entre los cursos regular diurno y para trabajadores, y con el reto de buscar fórmulas para potenciar nuevas especialidades, sobre todo aquellas de interés para la provincia.
Fruto de ese desempeño, en la etapa lectiva 2013–2014 iniciaron nuevas carreras con las que se fortalecieron principalmente las facultades de Ciencias Sociales y Humanísticas, con la apertura del primer año en el curso regular diurno de Estudios Socioculturales; y la de Cultura Física, Ingeniería y Ciencias Empresariales, con el primer año de las especialidades de Contabilidad y Finanzas, Ingeniería Eléctrica y Agronomía, esta última de gran impacto en un territorio eminentemente agrícola. También abrieron cinco carreras pedagógicas.
Especial atención prestan a los estudiantes del grado 12. Tienen un claustro de profesores completo y, aunque sus carreras les fueron preotorgadas tras vencer rigurosas pruebas de ingreso, muestran una seriedad y disciplina en el estudio que los hace atemperarse a las características de la enseñanza universitaria.
Fuera de los muros
Los universitarios también han revolucionado su entorno; muestra de esto es el proyecto extensionista Universeando, una unión de diferentes planes de acción comunitaria de las distintas facultades, que ha llegado a los municipios para brindar servicio al pueblo. Allí los universitarios confeccionan títeres, dan masajes y promueven la cultura artística y literaria, la cultura física y el deporte.
Se ocuparon también de atender a las zonas costeras, llevando sus actividades a estos espacios tan necesitados de la espiritualidad y la cultura que pueden dar los universitarios.
En la etapa vacacional, según refirió Yusdiel León, graduado más integral de la Universidad en la promoción 2013–2014, trabajan de conjunto con la Asociación de Pedagogos de Cuba, en los cursos de verano en los centros universitarios municipales. Estos antiguamente se desarrollaban en la capital y contaban con poca concurrencia de los artemiseños por la lejanía.
De modo que la casa de altos estudios se consolida y se parece cada día más a la que necesita su provincia. Entre las perspectivas para próximos cursos están la de ampliarse en espacio físico y abrir nuevas carreras, sobre todo aquellas que demande el territorio.
Por lo pronto, se han graduado de esta Universidad más de 2 000 profesionales. El sueño de una sede propia ya se cumplió; resta entonces perfeccionarla y moldearla para bien de la provincia y de sus futuros licenciados e ingenieros.