La educación científica a la que aspiramos debe apuntar a la búsqueda de una visión integradora del mundo y de la manera en que este puede ser interpretado y transformado, que revele su sentido humanista, así como una concepción del aprendizaje que se base en la participación activa de los escolares.
Así expresó el Doctor Rolando Forneiro, viceministro de Educación, en la Conferencia Inaugural del VIII Congreso Internacional Didáctica de las Ciencias y el XIII Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física, que con la participación de cerca de 200 delegados de 16 países, así como de 50 cubanos, se realiza hasta el próximo viernes en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En su disertación, titulada Formación de profesores de ciencias en Cuba: experiencias y nuevos retos, Forneiro significó que la ciencia que se enseña y se aprende en la escuela, el conocimiento científico que los alumnos deben adquirir durante la enseñanza obligatoria, e incluso en la media superior, debe articularse básicamente alrededor de tres referentes básicos, que son los conceptos y contenidos, los procesos y habilidades, y el contexto en el que se aplica el conocimiento.
Destacó que la educación es el medio más estable y sistemático para la difusión de las ciencias en la sociedad contemporánea. En este sentido puntualizó que la aplicación del conocimiento científico en vez de la memorización de conceptos, favorece la aplicación de una didáctica en función de resolver problemas que se plantean en la vida real: ambientales, contaminación, ahorro de energía, prevención de enfermedades y eficiencia económica, entre otros.
Forneiro señaló que para materializar una educación con bases científicas y con la calidad requerida, se precisa contar con los docentes necesarios y con la debida preparación. «En la base de todo este sistema se encuentra el perfeccionamiento de la formación inicial y permanente, una vez graduados, de los profesores de ciencias, carreras que han transitado por diferentes etapas y tipos de planes, acorde a las modificaciones previstas para la formación profesional superior y las necesidades y exigencias que le impone la escuela y sus continuas transformaciones.
«No obstante lo hecho, subsisten insuficiencias en la formación de profesores de ciencias, en particular las relacionadas con la motivación profesional y lograr una incorporación a estas carreras en correspondencia con las necesidades de cada territorio del país.
«En algunos contextos se manifiesta un rechazo a las disciplinas científicas y su enseñanza, como resultado de una insuficiente preparación de los docentes y los métodos de enseñanza que se utilizan.
«Para enfrentar estos retos es que se realizan y se fortalecen todas las acciones antes descritas, el perfeccionamiento de los planes de formación de docentes en estas disciplinas, su preparación continua y la estimulación por diferentes vías al estudio de las ciencias».
En la inauguración se encontraban Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación; Miguel Llivina Lavigne, oficial de programas de educación de la Oficina de la Unesco en Cuba; e Ismael Drullet Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte.
El evento sesiona en seis simposios y está dedicado fundamentalmente a socializar las mejores prácticas docentes.