El joven Camilo ha rrecorrido, incluso a pie, lugares intrincados y peligrosos de la geografía latinoamericana. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:10 pm
Luego de recorrer durante seis meses «a dedo», en tren, en barco, en camión y a pie lugares importantes, intrincados y hasta peligrosos de la geografía de varios países latinoamericanos, está en Cuba el argentino de 19 años Camilo Manuel Sosa, miembro de la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
«Salí de la capital argentina el 3 de enero pasado, con una carpa para dormir, una mochila, ideas grandes, algunos ahorros y el ánimo de conocer otras tierras y a otras personas», declaró a nuestro diario el joven admirador de la Revolución Cubana, a quien la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) recibió con alegría.
El curioso y tenaz viajero —al que sus padres nombraron Camilo para evocar la figura de nuestro Comandante guerrillero Camilo Cienfuegos— llegó a Cuba por primera vez el 30 de mayo, tras un azaroso y apasionante recorrido por lugares inhóspitos y montañosos que no conocía, del propio norte argentino, de las selvas bolivianas, brasileñas y venezolanas.
«Crucé a pie las fronteras de mi país con Bolivia; de Bolivia con Brasil, y de Brasil con Venezuela. Y sobrevolé emocionado el mar para llegar a este archipiélago. Ya conozco sitios hermosos, y hoy viernes partiré rumbo a la histórica Bayamo, que ya me han dicho fue donde se cantó por primera vez vuestro Himno Nacional, ciudad que fue incendiada por sus pobladores antes que entregarla a los colonialistas españoles», comentó.
Camilo hablará próximamente, en entrevista exclusiva para Juventud Rebelde, sobre sus experiencias en el norte argentino, en particular en la Fiesta Nacional del Queso y de la Cabra —donde tomó mucha leche, pero le robaron su grabadora y su cámara fotográfica—; en torno a su viaje de más de mil kilómetros en un tren; su caminata por el Cerro Rojo boliviano; su visita al Potosí y a las Yungas de ese país andino; la travesía en barco durante varios días por las aguas brasileñas del río Amazonas; y acerca de sus vivencias en compañía de amigos y con los pescadores de los peces azules venezolanos, y de lo que ha hecho en Cuba.