Aunque no cuenta con grandes recursos, Cuba dispone del capital humano necesario para asistir en caso de desastres de gran magnitud. Autor: Rodolfo Blanco Cué Publicado: 21/09/2017 | 04:58 pm
El cambio climático está modificando al mundo, pero el planeta que habitamos también lo convulsionan las catástrofes sociales, expresó en la clausura del Octavo Congreso Internacional de Desastres y la IV Conferencia Internacional de Bomberos, Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros.
Se han multiplicado los eventos adversos de origen natural y los provocados por el hombre, aunque no siempre, dijo, se han divulgado por igual.
«Existen 1 020 millones de hambrientos, la cifra más alta desde 1970. Y como en las próximas décadas se elevarán aún más los precios de los alimentos, se espera sobrepasarán los 550 millones los que serán asediados por el hambre severa», afirmó.
Agregó que para el 2080 el número adicional de seres humanos con riesgo de hambruna llegará a los 600 millones, que es el doble de los que hoy sobreviven en condiciones de pobreza, en África, al sur del Sahara.
«Unos 2000 millones de personas padecerán de escasez de agua, y la mayor parte de esa región africana tendrá que hacer frente a años de intensa sequía».
Apuntó que la pobreza golpea con severidad a los niños, y según la UNICEF cada cinco segundos muere de hambre uno de ellos. El cambio climático podría elevar entre 40 000 y 160 000 la cifra de muertes anuales de menores de cinco años, precisamente en el África Subsahariana y en Asia Meridional.
«La brecha que separa a los países ricos de los países pobres es escandalosa en los niveles de ingreso y de pobreza humana, pero es mucho mayor en relación con la adquisición de conocimientos en ciencia, tecnología e innovación.
«¿En qué condiciones se encuentra el mundo para enfrentar con los recursos necesarios los desastres que de forma creciente amenazan a los países más pobres? Esta pregunta aborda un problema básico que la humanidad deberá resolver para garantizar el futuro», señaló Cabrisas.
El dirigente resaltó que sin embargo Cuba hace medio siglo trabaja por reducir los riesgos de desastres, porque para sus dirigentes «la protección a la vida humana es el principio supremo», pese a un brutal bloqueo de Estados Unidos.
Evocó a Fidel cuando dijo: «¡Suerte que tenemos una Revolución y que está garantizado que nadie permanecerá en el olvido. Una fuerte, enérgica y previsora Defensa Civil, protege a nuestra población!».
«La fortaleza de que tal defensa civil funciona en cada territorio del país, nos permitió enfrentar el azote de tres huracanes de gran intensidad en menos de un mes, en 2008», aseguró.
«No contamos con grandes recursos económicos, pero sí con un potencial científico y profesional de una alta calificación, abnegación y espíritu solidario reconocido internacionalmente», comentó.
Presidieron la clausura del evento el Doctor José Ramón Balaguer, ministro de Salud Pública, y el general de cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, ambos miembros del Buró Político, así como el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, el Doctor José Miyar Barruecos, ministro del CITMA y Mijail Kaminin, embajador de la Federación de Rusia en Cuba, entre otros dirigentes y personalidades.