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SANTIAGO DE CUBA.— El quehacer de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Frank País García en la formación de maestros y profesores altamente preparados académicamente y como revolucionarios fue destacado aquí en ceremonia por los 45 años del importante centro, pionero de los de su tipo en el este del país.
Durante el acto la Doctora en Ciencias Pedagógicas y ministra de Educación, Ena Elsa Velásquez Cobiella, vinculada a la institución durante tres décadas, transmitió al claustro, estudiantes y cuadros de dirección, un reconocimiento de parte del miembro del Comité Central del PCC y vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández.
Fernández les ratificó la certeza de que esta universidad pedagógica seguirá aportando al desarrollo educacional del país, especialmente de la provincia santiaguera y la región oriental.
Ante los retos que tiene la educación cubana, a partir de las transformaciones y el perfeccionamiento que estamos obligados a hacer, tenemos la absoluta confianza de que este centro continuará aportando a la misión de formar profesores de mayor calidad, patriotas que realicen una labor de excelencia en cada uno de los centros en los que se encuentren, sentenció la dirigente.
Fundada el 30 de julio de 1964, de conjunto con los institutos superiores pedagógicos Enrique José Varona, de Ciudad de La Habana, y Félix Varela, de Villa Clara, la Universidad Pedagógica santiaguera ha formado desde su creación hasta la fecha, a 86 257 profesionales de la educación, 2 051 de los cuales reciben su título de egresados en este curso que concluye.
Con la apreciable cifra de 106 doctores en Ciencias Pedagógicas y 321 másteres en Ciencias en su claustro, y una matrícula de 13 357 estudiantes en el curso regular diurno y para trabajadores, la contribución del Pedagógico santiaguero ha sido decisiva para convertir a Santiago de Cuba en una de las provincias del país en las que se garantiza la cobertura en el sector educacional.
La Frank País pone los resultados de su labor académica y de investigación científica en función de elevar la calidad e idoneidad de los docentes del territorio indómito.
Así lo ilustra la cifra de 13 000 maestros y profesores que en sus aulas elevan el nivel profesional con la Maestría en Ciencias de la Educación.
La huella del potencial pedagógico santiaguero se prolonga asimismo a más de 20 países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, México, Nicaragua, Timor Leste y otros, en los que más de un centenar de docentes de la provincia brindan asesoría técnica en proyectos educativos.
