Cuba es el único país del mundo que realiza a todas las embarazadas la ecocardiografía fetal mediante el Programa Nacional de Diagnóstico Prenatal de las Cardiopatías Congénitas, el cual ha contribuido a disminuir la mortalidad infantil.
El doctor Carlos García Guevara, responsable del referido programa, explicó a la AIN que esos estudios se ejecutan a las gestantes desde las 20 hasta las 24 semanas de embarazo y se han extendido a todas las áreas de salud en los policlínicos.
La ecocardiografía fetal consiste en valorar las estructuras cardiacas mediante varias vistas ultrasonográficas, explicó el también especialista de Primer Grado del Cardiocentro Pediátrico William Soler, en esta capital
Inicialmente se estudiaban las cuatro cámaras (dos ventrículos y dos aurículos) y ahora se suma el examen de la salida de los grandes vasos, lo cual hace de Cuba la única nación del planeta que efectúa un análisis tan detallado para detectar esas anomalías.
García Guevara precisó que gracias a estos estudios se incrementó la detección de las cardiopatías congénitas prenatales, pues el diagnóstico posibilita a la familia optar por la interrupción si lo desean, en aquellos casos que la enfermedad sea muy compleja.
Enfatizó que si las parejas optan por tener el hijo se desencadena una red cardiopediátrica rápida y eficaz para la atención esmerada al niño.
En Cuba las cardiopatías congénitas diagnosticables tienen una incidencia de dos a tres por mil nacidos vivos y sólo el 10 por ciento de ellas son de causa congénita, el resto de origen multifactorial, casual e impredecible, aseveró el especialista.
Anunció entre los proyectos inmediatos la terminación de un disco DVD sobre las malformaciones cardiovasculares, cuya producción se realiza por el Cardiocentro William Soler y la Universidad de Ciencias Informáticas.
Las cardiopatías congénitas se definen como anormalidades anatómicas o funcionales del sistema cardiovascular, ocurren en la fase temprana de la vida intrauterina y generalmente son resultado de alteraciones en el desarrollo embrionario de una estructura normal.
Afirman especialistas que la malformación cardiaca, a su vez, modifica la circulación fetal y puede llegar a cambiar de manera importante el desarrollo anatómico y funcional del feto.
El diagnóstico de la enfermedad antes del nacimiento ofrece seguridad al binomio médico paciente y de esa manera una actuación oportuna y segura ante los cardiópatas.